Condecorado. Clemente González, a la izquierda, recibe la Cruz del Mérito Policial de manos de Antonio Prado - Paco Sturla

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La pequeña iglesia del Sant Crist acogió ayer el primero de los actos de la festividad de los Ángeles Custodios, Día de la Policía Nacional. Una breve celebración, en la que la imagen del Sant Crist compartía protagonismo con la bandera española y la Virgen, copó la parte religiosa de una fiesta en la que el vicario general de Menorca, Gerard Villalonga, tuvo presente en sus oraciones a las fuerzas de seguridad, pero también a las víctimas y a los delincuentes. Para estos últimos, pidió que "no vean enemigos, sino hermanos que les pueden prestar ayuda". A los agentes, les rogó que "seáis los ángeles de la guardia para los buenos ciudadanos".

Tras la Eucaristía, los agentes se desplazaron hasta un restaurante del puerto de Ciutadella, donde el protagonismo fue para Clemente González, quien recibió la cruz al mérito policial. La distinción conmemora sus 33 años en el cuerpo, veinte de ellos en Menorca, primero en Maó y después en Ciutadella. Este leonés, que destaca que todos sus años de servicio los ha pasado patrullando la calle, se mostró agradecido por la distinción, y expresó su deseo de que "todos mis compañeros puedan conseguir algún día este mérito".

Tras el reconocimiento, el inspector jefe de la comisaría de Ciutadella, Antonio Prado, leyó el discurso que le había remitido el director insular de la Administración del Estado, Javier Tejero, en el que agradecía la labor de los agentes y destacaba las mejoras introducidas durante los últimos años, que han permitido, aseguraba, que España sea uno de los países más seguros de Europa, y Menorca la isla con menos problemas de seguridad de Balears.

El acto contó con la presencia del alcalde de Ciutadella, José María de Sintas, la concejala de Policía, Francisca Marquès, el diputado Juan Carlos Grau, el vicario general Gerard Villalonga, y los inspectores jefe de las policías locales de Ciutadella y de Ferreries.