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Una tarifa aérea plana, sin descuentos ni modificaciones, y universal, que se aplique a todos los pasajeros de los vuelos interinsulares y no solo a los residentes, es la propuesta que la Plataforma El Transport Aeri Ofega Menorca presentó al conseller Carlos Delgado, en una reunión celebrada el 28 de septiembre.

Ayer, solo 8 días después de ese encuentro, el director general de Puertos y Aeropuertos, Antonio Deudero, y el conseller menorquín, Luis Alejandre, plantearon esta idea en Madrid, al director general del Ministerio de Fomento, Manuel Ameijeiras. Sin entrar en detalles, en la Comisión Mixta de la Obligación de Servicio Público (OSP) se comentó la posibilidad de sustituir la actual subvención del 50 por ciento en concepto de descuento de residente por un precio fijo y para todos los pasajeros. En este mismo encuentro, se analizó la propuesta de solicitar la declaración de servicio público de los vuelos de las islas menores con Barcelona, Valencia y Madrid.

La presentación de ideas originales abre nuevas opciones para una mejora real del transporte aéreo. El Govern se ha implicado en este objetivo, hasta tal punto que ayer Antonio Deudero reconoció que las islas menores deben recibir un trato específico, que compense el coste de la doble insularidad.

La Plataforma, después un encuentro con el director general de Air Nostrum, Miguel Ángel Falcón, empezó a estudiar la opción de una tarifa plana y universal, que mejorara las condiciones para los residentes y también para los que no lo son, con el efecto positivo sobre la economía que tendría esta unificación.

El colectivo vecinal propone que el Estado convoque un concurso para la adjudicación de las rutas interinsulares a una compañía, lo que representa un régimen de monopolio y un paso más allá de la actual declaración de servicio público, a la que puede acogerse libremente cualquier compañía. A esta aerolínea se le garantizarían unos ingresos anuales, basados en los datos actuales, es decir alrededor de 40 millones de euros por la oferta de más de 720.000 plazas entre Eivissa y Menorca con Palma, estimando la ocupación actual que es del 65 por ciento.

Contando con la aportación del Estado a los residentes y otras ayudas, que alcanzan unos 21,5 millones de euros, y con un incremento de la demanda del 5 por ciento, la tarifa plana y universal se situaría en 36,6 euros por trayecto, 6,4 euro menos que en este momento. Este precio es insuficiente para responder a la aspiración de los residentes, por lo que se baraja la posibilidad de contar con las plazas vacantes. Su gestión comercial podría servir para rebajar el precio del conjunto de billetes hasta conseguir una tarifa plana y general de 31,60 por trayecto, es decir que se podrían ir y volver a Palma por 63,20 euros.

La Plataforma comparte el objetivo del Govern de conseguir la declaración de servicio público de las principales rutas con la Península, como tiene Canarias, aunque no se aplique si después hay suficiente oferta en el mercado con precios competitivos.

Los representantes de la Plataforma creen que en estos casos también debería estudiarse el sistema de tarifa plana y universal. No creen, por tanto, que la solución pase por un incremento del descuento de residente, como se ha producido en otras ocasiones sin que el precio final se haya reducido en una proporción similar.

Los representantes del colectivo vecinal argumentan que el coste que asumen las administraciones públicas en las rutas interinsulares es muy superior al que representa el descuento de residente, puesto que están obligadas a pagar los desplazamientos de los pacientes del IB-Salut y de los jugadores de varias competiciones deportivas.

La Conselleria de Carlos Delgado se ha planteado como uno de sus objetivos prioritarios la mejora del transporte aéreo, por indicación del presidente José Ramón Bauzá y a raíz del Foro Menorca Illa del Rei. Para conseguirlo ya ha iniciado el análisis de las principales opciones, entre las que se incluyen la tarifa plana y universal, las nuevas declaraciones de servicio público y un planteamiento para que las islas menores reciban una mayor compensación por la doble insularidad.