Policía. Pedro Javier Goñalons, junto a Jaime Mulet, en su comparecencia de ayer ante los medios - Paco Sturla

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La Unión Federal de la Policía (UFP) denunció ayer que ya se han registro varios delitos en Maó cometidos por presos de la cárcel de Menorca recién salidos en libertad o de permiso.

El sindicato policial, a través de su secretario general en Balears, Jaime Mulet, informó que se trata de "robos y hurtos", si bien no quiso ofrecer más información al respecto a preguntas de los periodistas. A su juicio, estos "problemas de seguridad ciudadana" son consecuencia directa de la construcción en Maó de una prisión que "no está justificada y es innecesaria".

Además, advirtió que la cárcel generará en la Isla un tipo de delincuencia al que los menorquines no están acostumbrados e incrementará una clase de delitos que no son los que normalmente se registran en Menorca.

Este riesgo para la seguridad ciudadana puede agravarse aún más, según el secretario regional del sindicato UFP, por el hecho de que Instituciones Penitenciarias está trasladando a la cárcel de Menorca a los reclusos "más rebeldes" de la prisión de Palma.

"Allí les dan trabajo y cobran un sueldo, pero aquí de momento no". "Maó fue durante años la presión del Ejército, y no queremos que ahora se convierta en la prisión de los presos más malos de Balears", aseveró, al tiempo que añadió que algunos de estos internos ya han tenido que hacer el viaje de regreso a Mallorca por su excesiva conflictividad. Incluso denunció que ya se han registrado varios incidentes de seguridad en el interior de la prisión debido a "problemas de diseño del edificio" e insinuó algún intento de fuga. "Queremos que se mejore la seguridad y la vigilancia", remarcó.

180 presos como máximo

En este sentido, reclamó la creación en la prisión, tal y como se había anunciado, dijo, de un centro para reclusos en segundo grado. El secretario regional del sindicato policial advirtió que la prisión de Menorca no tiene capacidad para albergar los 210 reclusos anunciados por Instituciones Penitenciarias.

"Allí no caben todos. Hemos calculado que como máximo tiene capacidad para 180 presos. Habrá problemas si ingresan más. Ahora hay unos 60 y desde el punto de vista de seguridad hay bastantes deficiencias", alertó.

Mulet hizo ayer estas declaraciones junto al secretario local de la UFP en Maó, Pedro Javier Goñalons, después de asistir a la asamblea local de afiliados, donde abordaron los problemas laborales de los policías en Menorca. El más destacado fue el malestar generado tras la asignación del servicio de vigilancia y protección de la prisión al Cuerpo Nacional de Policía.

Mulet reiteró ayer una vez más que esta labor debería haberse asignado a la Guardia Civil "porque dispone de viviendas junto a la prisión facilitadas por el Estado" a diferencia de los efectivos de la Policía. Asimismo, criticó el hecho de que se hubiera construido la prisión, cuando una de las prioridades en Balears es, a su juicio, la creación de un Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE). "Actualmente tenemos que hacer muchos viajes al extranjero para expulsar ilegales y esto se lleva mucho personal".

Dificultad para cubrir bajas

Precisamente, la falta de personal y la excesiva movilidad de las plantillas del cuerpo fue otro de los aspectos denunciados por el sindicato. Mulet informó que la Policía dispone actualmente en Menorca de 190 efectivos, y próximamente llegarán otros 59 nuevos agentes (siete de ellos oficiales), en sustitución a los 40 destinados este verano en comisión de servicio a la cárcel.

Afirmó que la mayoría de los recién llegados serán destinados a la prisión, en la que habitualmente trabajan en turnos rotatorios unos cuarenta agentes junto a un centenar de funcionarios de prisiones. Mulet denunció que los recién llegados deberán ponerse al día y realizar de nuevo (como sus predecesores) un curso de aprendizaje de vigilancia o operatividad, lo que supone de pérdida de tiempo.

Los agentes permanecerán de forma obligatoria un año en su nuevo destino, sin embargo, el sindicato advierte que será difícil mantener la plantilla a medio y largo plazo. "La fluctuación será insoportable. Las bajas serán difíciles de cubrir", advirtieron. "La movilidad que sufre la Policía perjudica mucho el servicio porque no se consolida el seguimiento de la delincuencia ni los equipos de investigación".

El sindicato también reclamó la creación de un módulo específico en el Hospital Mateo Orfila para atender a los reclusos que precisen asistencia sanitaria.