Instituto. Los directores denuncian una merma de la calidad de la educación a causa de la falta de medios para desarrollar su proyecto - Javier

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Los centros de secundaria se están quedando sin fondos para poder cubrir los gastos de funcionamiento y algunos incluso manifiestan su preocupación ante la inminente llegada del invierno y la posibilidad de no poder disponer de dinero para pagar la calefacción.
El Govern ha remitido a los institutos menos de la mitad del presupuesto que les corresponde para este año lo que está provocando una situación muy "delicada" en el día a día de los centros, según informa el presidente de la Asociación de Directores de Secundaria de Menorca (ADESME), Rafael Andreu.

El problema radica en que el presupuesto de los institutos se entrega en tres plazos con pagos en enero, abril y septiembre. En estos momentos, los institutos sólo han percibido el primer cuatrimestre y una cuarta parte del segundo, lo que significa que los centros cuentan con las partidas correspondientes hasta mayo, este último pago abonado en septiembre cuando ya deberían haber percibido el último pago. El representante de directores señala que el lunes de la semana pasada mantuvo una reunión con la consellería de Educación y le garantizaron "el abono de todas las partidas para que dentro del mes de diciembre la situación esté regularizada".

Según ha podido saber este diario, los centros educativos de secundaria perciben del Ejecutivo autonómico una media de 9.000 euros mensuales para hacer frente al gasto ordinario, material didáctico y pequeñas mejoras. Por lo tanto, y teniendo en cuenta que el Govern ya debería de haber avanzado la totalidad del financiación, la deuda a cada centro asciende a unos 63.000 euros. Así las cosas, el Govern adeuda a los institutos de la Isla en torno a 441.000 euros en total. Cabe puntualizar que la partida es aproximada puesto que ningún instituto ingresa la misma partida económica al depender de los ciclos formativos que oferte, el número de alumnos matriculados y el tipo de estudio, entre otros parámetros.

Los centros aseguran que están capeando el temporal gracias a la buena gestión desarrollada. "Estamos utilizando el remanente que disponíamos para sufragar el gasto ordinario de funcionamiento", destaca el director del Josep Maria Quadrado, Miquel Àngel Casasnovas. Por su parte, el director del Maria Àngels Cardona, Joan Lluís Pons, indica que "además del cajón con el que contamos estamos utilizando los recursos del plan de reutilización de libros que no deberíamos usar".

La mayoría coincide en asegurar que están haciendo grandes equilibrios para poder sacar adelante la situación, sobre todo, en una estricta gestión del gasto y unas severas medidas de restricción en cada departamento para comprar sólo el material imprescindible para el día a día, además de controlar al máximo el gasto en fotocopias y luz.

Gracias a ello, la mayoría de los institutos aseguran no verse aún en la situación de tener que postergar el pago a proveedores. Aún así y según indica la directora del Joan Ramis i Ramis, Margarita Seguí, "no poder desarrollar los proyectos con el material que deberíamos supone debilitar la calidad de la enseñanza".

Uno de los centros con una de las situaciones más delicadas es el Pasqual Calbó i Caldés quien además de la deuda actual, el Govern le debe a su vez una remuneración por un programa específico desarrollado en 2010 y otra por un curso del SOIB. Cabe agregar que el instituto Maria Àngels Cardona tampoco ha cobrado esta partida del curso del SOIB y otras cuantías menores.

Así, la situación del instituto mahonés es tan complicada que cuenta con facturas pendientes a pagar desde el mes de mayo. El director asevera que la deuda acumulada a día de hoy es la mitad del presupuesto anual. Incluso se ha visto obligado a dejar de pagar la factura de la electricidad del mes de septiembre por falta de liquidez. Por otra parte, Andreu indica que "el centro debe parte de una factura del gasóleo del invierno pasado" e indica que "si no percibimos otro pago el instituto deberá llegar a un acuerdo con la empresa que suministra el gasóleo puesto que no podríamos pagarle". A su vez, indica que "hemos dado órdenes a todos los departamentos de no comprar, de momento, material" y probablemente los más resentidos van a ser los alumnos de formación profesional que "deben tirar de stock".

Una de las preocupaciones de los directores es que la escasez de fondos se mantenga cuando lleguen las bajas temperaturas. Una gran mayoría destaca que a pesar de estar intranquilos confían en su remanente para afrontar este gasto. Por su parte, desde el Joan Ramis i Ramis y el Josep Maria Quadrado alertan de que "si no recibimos otro ingreso, no sé que va a ocurrir, estamos estudiándolo" mientras que otro centro, que ha preferido, respecto a este tema, mantener el anonimato, ha advertido que "el equipo directivo se plantea no encender la calefacción si no recibimos el ingreso o, en caso de decidir su puesta en marcha, va a ser sólo unas pocas horas". Hay que tener en cuenta que el llenado de un depósito puede suponer un gasto aproximado a los 5.000 euros.