La aplicación de una serie de medidas en la red de transporte por carretera con el fin de reducir el déficit que genera el servicio público mantiene en vilo al sector. Fuentes consultadas de las concesionarias manifiestan estar "preocupadas" por el desconocimiento del alcance e impacto que tendrá en sus empresas los reajustes en la red actual de transporte.
La primera incógnita que se plantean estas empresas es si la oferta actual va a adaptarse a la demanda. Y aunque éste sea uno de los motivos de preocupación, las fuentes consultadas tienen "confianza" en que la nueva programación va a funcionar. Es más, señalan que las medidas aplicadas para optimizar el servicio se han tomado a partir de un exhaustivo estudio sobre los datos empíricos facilitados por las propias empresas.
La segunda preocupación es la que planea sobre el contrato-programa que las partes implicadas rubricaron a principios de año. Estas fuentes recuerdan que este contrato fue renovado para el período 2011-2016 a través del que las concesionarias iban a incrementar y a reforzar una serie de activos.
Para hacer frente a este nuevo escenario, una de las empresa aumentó el número de chóferes además de la flota con la compra de tres nuevos autobuses que, coincidió, asimismo, con la entrada de la temporada estival. Ocho meses después una de las partes firmantes ha instado a una reducción del servicio como plan de choque provocado por la inviabilidad económica.
Las empresas se muestran especialmente intranquilas de cara a la próxima temporada estival. Explican que en invierno la plantilla de trabajadores siempre suele reducirse por contar con empleados con contratos fijos discontinuos.
Aún así, la llegada del verano marca un nuevo interrogante al desconocer cómo va a evolucionar esta situación, cuál va a ser el alcance de la medida. Además, señalan que la flota de vehículos y la estructura creada genera un coste ya sea a nivel de seguros o mantenimiento de los mismos a la que la empresa debe hacer frente haya más o menos frecuencias.
Otra compañía consultada asegura que esta reestructuración que ha aplicado el Consell van a suponer una clara y evidente reducción de los ingresos de la empresa. Aún así, señala que en su caso el Ejecutivo insular "actúa como cualquier otro cliente y, por lo tanto, si un cliente nos pide reducir el servicio debemos cumplir con la demanda".
Responsables de las empresas concesionarias y técnicos del departamento de Movilidad comprobarán hoy "in situ" la eficacia y efectividad de esta optimización del servicio con el único fin de que la oferta concuerde con la demanda.
Cabe recordar que el Consell ha eliminado el bus exprés que enlazaba Maó con Ciutadella y viceversa con la clara intención de que si la demanda lo precisa, algunos trayectos de la línea ordinaria se conviertan en enlaces directos. Para compensar esta supresión, el Consell refuerza la línea que une las dos ciudades con paradas en Alaior, Es Mercadal y Ferreries y pasa de las 16 salidas desde Maó (y otras tantas desde Ciutadella) a las 18 en cada destino.
De esta manera, y aunque la ruta con paradas aumente en dos salidas desde cada ciudad la reducción en su conjunto se sitúa en seis por trayecto (que serían seis frecuencias de Maó a Ciutadella y otras seis de Ciutadella a Maó) al quedar eliminado el enlace exprés.
"Lo entendemos como el paso previo al desmantelamiento"
El portavoz del Grupo Socialista del Consell, Marc Pons, anuncia que su partido presentará una propuesta de acuerdo ante el pleno del Consell pidiendo la comparecencia del conseller de Movilidad para que dé una explicación de las decisiones que se van tomando en materia de transporte público por carretera.
El portavoz socialista denuncia la falta de información y la carente transparencia del equipo de gobierno del Ejecutivo insular indicando que "conocemos las medidas que van tomando por los medios y además, las hacen públicas en cuentagotas".
Marc Pons reflexiona a su vez que los recursos económicos en materia de transporte están estrechamente ligados a la aportación que haga el Govern. Por ello, los socialistas piden al Consell que "no sólo defienda sino que a su vez garantice los acuerdos con el Ejecutivo balear".
Además, Pons es claro al asegurar que desde la oposición "haremos todo lo que esté en nuestras manos para evitar el desmantelamiento del servicio de transporte público que se ha conseguido crear en los últimos años". Ésta es la lectura que hace el Grupo Socialista del Consell ante los reajustes que se van adoptando en la red de transporte público.
"Entendemos esta actuación como el paso previo al desmantelamiento del servicio, es la primera actuación para retroceder en el tiempo entre ocho y diez años" que, en opinión al portavoz socialista, "entonces el servicio no cubría las necesidades de los menorquines".
Por otra parte, Marc Pons reconoce que el transporte público es deficitario y requiere, por lo tanto, un esfuerzo económico de la administración. Aún así, "defendemos el servicio puesto que es prioritario y necesario para la sociedad", concluye.
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