Hallazgo. Se produjo en una zona boscosa en el último tramo del Camí de sa Farola - Paco Sturla

TW
0

La familia de Aarón Robledo, el chico de 24 años que desapareció el pasado 22 de septiembre en Ciutadella, ha reconocido algunas de las prendas que se encontraron el martes en una zona boscosa del Camí de Sa Farola, donde se localizó el cuerpo sin vida de un varón.

Así lo comunicó ayer el director insular del Estado en Menorca, Javier Tejero, después que la Policía Nacional se pusiera en contacto con los familiares del joven, quienes identificaron la ropa. Este hecho motiva que la hipótesis de que el cuerpo sea el de Aarón cobre cada vez más fuerza. Aun así, la Policía no se atreve a darlo por seguro, y se esperará a tener los resultados de la autopsia y del análisis de ADN.

Primeras pruebas

Según informaron fuentes judiciales, el forense entregó ayer el informe inicial de las primeras pruebas practicadas sobre el cadáver. Dicho documento "no concluye ni la identificación ni las causas de la muerte del joven por el avanzado estado de descomposición que presenta". Ahora, los restos mortales serán trasladados a Madrid, donde la Policía Científica llevará a cabo la autopsia.

En cuanto a las causas del fallecimiento, a priori no parece que existan pruebas que indiquen que fuera una muerte violenta. Sin embargo, esta duda deberá despejarse con las pruebas forenses. Se espera que pueda haber datos sobre la autopsia la próxima semana.

Otro dato que ha salido a la luz, según fuentes oficiales, es que a unos 15 metros del cuerpo se halló ropa, un paquete de tabaco y una jeringuilla usada.

Se había realizado un exhaustivo rastreo de la zona de Cala en Blanes

Aarón Robledo, desapareció el pasado 22 de septiembre, en la zona de Cala en Blanes. Esa misma noche su familia denunció el hecho y se inició una búsqueda exhaustiva por tierra, mar y aire.

Durante varios días efectivos de la Policía Local, Policía Nacional, bomberos, Cruz Roja, voluntarios de Protección Civil, miembros de la Dirección General de Emergencias y de Salvamento Marítimo barrieron la zona de Cales Piques donde residía y el entorno de Cala en Blanes y la costa norte. Todos los esfuerzos resultaron infructuosos.

Aunque la desaparición parecía voluntaria, la Policía Nacional interrogó al entorno familiar y de amigos para hallar alguna pista sobre su paradero, y se intensificó el control en el Aeropuerto y los puertos de la Isla. Sin embargo, su salida no era muy probable pues había dejado en casa toda su documentación identificativa.

Ahora habrá que esperar hasta conocer las conclusiones de la autopsia que se hará en Madrid.