Festival. Tras 38 años de historia, el próximo verano podría no celebrarse - Archivo

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Mala pinta tiene la agenda cultural menorquina para el próximo verano. Las tres citas emblemáticas del calendario podrían desaparecer de un plumazo pocos meses después de que el Consell creara la marca Festimusic para promocionar los festivales como reclamo turístico. A los anuncios de problemas económicos realizados hace unas semanas por los organizadores del Festival Internacional de Jazz de Menorca y el Festival de Música d'Estiu de Ciutadella, se suma ahora el Festival de Música de Maó, que también amenaza con no celebrarse.

De momento, en palabras de Francesc Félix, presidente de Joventuts Musicals de Maó, entidad organizadora, el festival de 2012, año en que puede alcanzar sus 38 años de historia, hasta nuevo aviso "está aparcado". Al parecer, el problema es el mismo que el de los eventos musicales de Ciutadella, el incumplimiento por parte de las administraciones de las cifras pactadas como subvenciones para 2011.

Deudas
En el caso de Maó se deben aproximadamente unos 55.000 euros. El Ayuntamiento les ha abonado en torno al 75 por ciento, mientras que el Consell ha pagado un 12 por ciento. Pero los problemas no acaban ahí. Al parecer el Govern también adeuda el pago del concierto que se organiza el 1 de marzo con motivo de la fiesta de la Diada de les Illes Balears. Félix señala que se han hecho gestiones para que el conseller Simón Gornés en Palma mediara en el pago con el conseller de Cultura, Rafael Bosch. La respuesta es que "la intención es pagar, pero no saben cuándo", reconoce el presidente de JJMM de Maó.

Por lo tanto, con la deuda existente y sin garantías de que se concedan nuevas ayudas para 2012, la planificación del festival ha quedado paralizada. Al igual que sucede con el Festival de Música d'Estiu de Ciutadella, la opción de contratar una línea de crédito para pagar las deudas contraídas ha quedado descartada.

Respecto a la posibilidad de hacer un festival menos ambicioso, Félix avanza que podría estudiarse "reducir el número de conciertos", aunque parece poco probable al tratarse de un acontecimiento cultural que ha crecido mucho desde sus inicios y que ha alcanzado especialmente en los últimos años un nivel muy alto. "Cuando se nos diga el apoyo económico del que disponemos, decidiremos qué festival hacemos", concluye el presidente de Joventuts Musicals.