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Autoficha
Me llamo Fernando Villalonga Sintes, tengo 73 años, nací en Alaior y estoy casado con María del Sagrario Sánchez Carreras. Tengo tres hijos, Gabriel, Luis y María; y seis nietos. Soy comandante de Infantería retirado y vicepresidente del Grup de Pessebristes de Maó. Colaboro con la parroquia, soy de la Hermandad de Veteranos de las Fuerzas Armadas y me gusta dedicar tiempo al huerto.

Lo de pertenecer al Ejército, ¿es tradición familiar?
Pues sí porque mi padre era Guardia Civil y mi hermano era militar, por eso decidí ingresar en el Ejército. Tuve muchos destinos, como Irún, Bilbao, el Sáhara... pero me casé y me instalé en Menorca. Conservo muy buenos recuerdos. Siendo sargento de Infantería con destino en la Bandera "Roger de Flor" I de Paracaidistas, tuve la gran satisfacción de saltar en paracaídas en el puerto de Maó acompañando al entonces teniente de Infantería, Luis Alejandre. Fue en 1969 durante las fiestas. Volvimos a repetirlo en 1981. También me dejó huella estar destinado en Sidi Ifni. La verdad es que para ser militar hay que tener vocación.

Cualquiera no puede ser paracaidista...
Había que hacer unas pruebas físicas y, si se superaban, había que realizar un curso de 21 saltos en Murcia. Yo llegué a saltar de aviones Junker, de la I Guerra Mundial. Después, te destinaban a una unidad. Tuve la suerte de que no tuve que asistir a ningún conflicto.

Por otro lado, pertenece al Grup de Pessebristes de Maó. ¿Cómo entró en la agrupación?
Fue a través de Antonio Hernández, que hizo el Servicio Militar en Santiago. Yo ya solía hacer el belén en casa y la idea me gustó. Fue presidente diez años y es una afición muy bonita. Incluso se realizan congresos mundiales y asambleas nacionales en las que se habla sobre las técnicas para hacer dioramas, las figuras, los materiales, los trucos... Aunque no lo parezca, en España hay una gran afición. Nosotros asistimos a estas reuniones siempre que podemos. No nos gustaría que se perdiera una tradición tan europea, por eso hacemos charlas, cursos y exposiciones.

¿Qué tipo de planes tienen en mente?
El problema que tenemos aquí es el de siempre, que salir de viaje es muy caro. No podemos desplazarnos a la Península tanto como quisiéramos. Nos haría mucha ilusión realizar un viaje a Tierra Santa y ver in situ los lugares que nosotros representamos en los dioramas. Aunque es cierto que solemos dar una temática a las exposiciones anuales, sobre Menorca, artistas o demás lugares, el belén siempre conserva la estética auténtica, la hebrea.