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El Departamento de Filología Catalana y Lingüística General de la Universitat de les Illes Balears (UIB) ha reiterado este lunes que la única forma oficial de los topónimos de Balears es la catalana y, por tanto, la única forma correcta es Maó, según establece la Ley de Normalización Lingüística aprobada por unanimidad por el Parlament el 29 de abril de 1986.

La universidad ha respondido de este modo a la propuesta del Ayuntamiento de Maó de llevar a cabo una consulta popular sobre el topónimo de la ciudad, incluyendo las opciones Mahón-Maó y Mahón-Mahó.

En este sentido, la UIB recuerda que los nombres oficiales de los municipios, territorios, núcleos de población, vías de comunicación interurbanas y topónimos de la comunidad autónoma son competencia del Govern, de acuerdo con el asesoramiento de la universidad, tal y como marca la normativa.

"Según la legislación vigente, en ningún caso son los ayuntamientos los que determinan la forma de los topónimos", puntualiza el Departamento de Filología Catalana y Lingüística General a través de un comunicado.

Asimismo, han remarcado que introducir cambios en la toponimia que no hayan sido previamente estudiados y aprobados por la UIB "crearía confusión y podría suponer un retorno a la situación existente antes del establecimiento de los topónimos oficiales".

En el caso concreto de Maó, la UIB aclara que la forma Mahó no se adecúa a la grafía catalana por el hecho de no existir en catalán la H en posición hiática, como seña de la desaparición de un sonido antiguo, en este caso la G (Magone).

El Departamento de Filología Catalana y Lingüística General considera "mucho menos justificada" la forma Mahón que, según dicen, "ha desaparecido hace siglos".

"El uso en castellano de Mahón tan sólo se puede justificar en usos no oficiales, del mismo modo que los catalanoparlantes pueden usar, en usos no oficiales, formas con tradición en la lengua como Nàpols, Milà, Osca o Saragossa, entre otros, sin que esto implique que tales formas sean también oficiales en el territorio respectivo", aseveran.

En esta línea, apuntan que el cambio anunciado por el Ayuntamiento de Maó implica una "discusión sin sentido" que crearía una situación innecesaria de duplicación de un topónimo que la tradición de uso ya ha solucionado.