Acusados. Francisco Montes, a la izquierda, y Julián Paz, el segundo a la derecha, responsables de la red - Gemma Andreu

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La 'operación sobrasada' desmanteló una importante organización de trafico de cocaína, en mayo de 2008. Esta investigación policial se dividió en tres sumarios. Ayer comparecieron a juicio siete imputados, pero todavía quedan pendientes otros dos procesos, que afectan a unos 8 acusados más. En conjunto, más de 5.000 folios de instrucción.

El juicio oral de ayer de la Audiencia Provincial, con un jurado presidido por Juan Jiménez Vidal y la magistrada Rocío Martín Hernández de ponente, dividió a los acusados en dos grupos. Francisco Montes Martínez, el vendedor de la droga en la Isla desde su base en Ferreries; Julián Paz Gómez, 'el colombiano', que la enviaba desde Barcelona; y Javier Emilio Díaz Vázquez, que trabajaba en la empresa Mobelbalear en la Ciudad Condal a través de la que se transportaba la cocaína escondida en paquetes de muebles, han aceptado un acuerdo con la fiscal, Eva Casado Fernández. La petición de condena se reduce a la mitad, a seis años de cárcel y a una multa de 356.415 euros. La mujer de Francisco Montes ha sido exculpada. Julián Paz y Emilio Díaz fueron detenidos en Barcelona cuando estaban preparando el envío a Menorca de más de 7 kilos de cocaína. Allí estaba también Pedro Pérez Rotger, el hombre que presuntamente asumió la distribución de la droga en la Isla cuando Montes fue detenido. Ha sido declarado en rebeldía y sobre él pesa una orden de búsqueda y captura. Es el hombre cuya familia, residente en Alaior, denunció su desaparición hace algunas semanas.

El segundo grupo está formado por tres acusados, posiblemente con una menor implicación. Para ellos no hay acuerdo y sí una petición de condena mayor, de nueve años de cárcel y la misma multa. J.L.G.R. era el responsable de la red de narcotráfico en Menorca hasta que en octubre de 2007 se fue a Eivissa y dejó de tener contactos con la red. Ha reconocido su culpabilidad, aunque su abogado defensor, Lluís Coll, argumentó que entonces era adicto a la cocaína y hoy cuenta con el alta terapéutica y está trabajando. Además, en el momento en que se incautó la droga ya no estaba en la Isla. Aceptaría una condena de entre un año y medio y tres años de cárcel. Otro acusado es F.B.R., que trabajaba en la sede de Mobelbalear en Ferreries y que según la Fiscalía recibía los envíos de los paquetes con droga de Barcelona y los entregaba a Francisco Montes. Los indicios que le implican son débiles, solo el reconocimiento de que cobró 1.000 euros de Montes, pero muy pocas pruebas de que participaba en la red. Finalmente, uno de los protagonistas del juicio fue el sobrino de Francisco Montes, D.F.M.. Reconoce que cobró algunas deudas de su tío cuando éste ya estaba en la cárcel "para ayudarle", sin embargo la Fiscalía sostiene que se dedicó a la venta y que custodió por encargo de su tío unos 9 kilos de cocaína y una maleta con 70.000 euros, aunque estos aspectos no pudieron probarse en la vista oral. La única referencia a la droga y al dinero es el informe policial, que atribuye esta información a confidentes policiales.

La principal acusación contra el sobrino, D.F.M. fue la declaración de Julián Paz, 'el colombiano', el proveedor y máximo responsable de la red, que actualmente cumple condena por otro caso. Cuando se enteró de que Francisco Montes había sido detenido se reunió en Ferreries con el sobrino, después de conseguir su número de teléfono, que ignoraba. Según su testimonio, éste le reconoció que tenía guardados 8 kilos de droga y que el kilo que faltaba lo había vendido. 'El colombiano' explicó que decidió no continuar con D.F.M. y pasó la droga a Pérez Rotger para que la distribuyera. El abogado defensor del sobrino, Jaime Campaner, pide su absolución porque afirma que no existe la menor prueba que lo inculpe. La abogada de F.B.R., Anna Díaz Llacer, también se manifestó en el mismo sentido.

Los 9 kilos de droga que aparentemente estaban vendiendo los traficantes cuando se desplegó la 'operación sobrasada' no han aparecido. Según la Fiscalía y los informes policiales, dos días antes le había pedido a su sobrino que la custodiara. Solo se incautaron los 760 gramos que tenía en su poder Francisco Montes cuando le detuvieron en un garaje de la plaza Constitució de Ferreries. Entonces les entregó a la policía la llave de un zulo que tenía debajo de un armario en un chalé de Cala en Bosc. Una gran cavidad que cuando fue la policía estaba vacía. La 'operación sobrasada' va a dar más de sí.