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La evolución ha impuesto unas nuevas normas, variadas y múltiples, convirtiéndolas en compromisos de "obligado cumplimiento" para no verse abocado a situaciones imprevistas que exigen comportamientos traumáticos. Antes, antaño, el mundo de los seguros se reducía a asegurar el vehículo y para de contar, hoy la gama de seguros es tan amplia como la voluntad del contratante, hoy puede asegurarse todo, o casi todo, lo cual representa tener las espaldas bien cubiertas, no quedarse descolgado en una situación límite cuando arrecia el temporal.

Magín Carretero Torres, que lleva trabajando en este mundo, el de los seguros, 27 años, no solo conoce los cambios operados en él, sino también las expectativas del mismo, que son tantas como variadas; me atrevería a decir que es un mundo sin fronteras.

De ti conozco que estudiaste en el "Ramis i Ramis", pero nada más con referencia a tu etapa formativa.
Empecé en el Colegio La Salle, en donde cursé EGB para continuar en el Instituto en donde estudié el Bachillerato. Mi curso fue el del cambio del BUP, de acuerdo con las nuevas normal de Ministerio de Educación.

Has apuntado que en el último curso alternaste estudio y trabajo. ¿Cómo te las apañabas?
Como podía y poniendo el máximo interés. Me pasé al horario nocturno y de día trabajaba; lo otro, el divertirme y estudiar, lo compaginaba con mis obligaciones.

Esfuerzo y voluntad, ¿no?
Desde luego que sí, dos valores que la juventud actual, parte de ella, desconoce.

¿Cuándo empezaste a trabajar?
A los 17 años, en la Estación de Servicio Roselló, en el complejo de la Plaça d'Abu Umar, gasolinera, tienda de deportes, etcétera, etcétera.

Y al mundo el de los seguros, que has convertido en tuyo, ¿en qué año te enrolaste?
En 1984 y lo hice en Mare Nostrum y un año después fuimos absorbidos por AXA, la segunda sociedad de este tipo en España y una de los primeras de Europa; en realidad es una multinacional que no solo se dedica al mundo de los seguros sino que también gestiona patrimonio mobiliario.

Posteriormente en 1993 y como consecuencia de una reorganización de la empresa quedasteis en la estacada. ¿Qué sucedió realmente?
Que nos quedamos en la calle, sin trabajo y fue en dicho momento cuando me ofrecieron hacerme cargo de la empresa en régimen de franquicia; acepté el reto y pasé de ser empleado a empresario; situación que se produjo en agosto del 93.

Un envite de órdago que superaste. ¿Actualmente, con cuántos empleados fijos cuentas?
Con catorce, y unos pocos más de los llamados colaboradores externos, pero los fijos son, repito, catorce.

En Mare Nostrum, en tu debut, ¿qué tipo de seguros eran los más frecuentes?
Prácticamente solo el de coches; los extranjeros aseguraban la vivienda, pero los menorquines solo el vehículo y poco más. En aquella época en Mare Nostrum también gestionábamos todo lo relacionado con la "colla", es decir, los obreros portuarios.

Actualmente es otra realidad. ¿Un gran cambio?
Inesperado y rapidísimo. Hoy se asegura todo, vehículos, casas, ahorro diferido, planes de pensiones y de jubilación; hoy la realidad es otra como también lo son las previsiones.

¿Cuál ha sido el seguro más raro que has llevado a cabo?
En el verano del 85 o del 86, recordarás que las aguas de la playa de Cala en Porter se tiñeron de verde y en base a un "pool" medioambiental formalicé una póliza de riesgos con los hoteleros y los propietarios de bares y restaurantes, por la que debía indemnizarles con cien mil pesetas diarias. Además contraté un servicios de autocares para trasladar a los turistas a Cala Galdana si las aguas no ofrecían el color y aspecto deseado; un seguro especialmente complicado y poco frecuente.

Si se presentara un cliente de unos 35 años, poco más o menos, ¿qué tipo de seguro le aconsejarías?
El de vida; yo soy muy partidario de dicho seguro, porque he vivido situaciones muy embarazosas, en que los herederos, al producirse un desenlace imprevisto, se han visto obligados a mal vender su patrimonio; situación que con un seguro de vida se puede evitar.

Alguna ventaja añadida tendrá, ¿es así?
Lo es, el seguro de vida, por ley, debe ser abonado antes de cumplirse los 40 días del fallecimiento, y si la fecha de cobro sobrepasa los 40 días señalados pueden exigir el cobro de los intereses correspondientes a la aseguradora. Además puedes exteriorizar dicho seguro; en España esta es una practica poco frecuente, no así en el resto de Europa y sirve para complementar el capital asegurado y garantizado.

La crisis ¿os ha afectado?
La actual situación de crisis afecta a todos, pero a nosotros no nos ha perjudicado de una forma muy directa, especialmente en los seguros "básicos" o más frecuentes; lo que sí ha habido es una menor demanda en los seguros de viaje u otros similares, como también se han reducido las contrataciones de pólizas para mejorar la pensión de la Seguridad Social.

Se comenta, vox populi, que el número de robos ha aumentado, rumor que se atribuye a la entrada en funcionamiento de la nueva cárcel en Menorca. ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Que hay más robos es un hecho incuestionable, las causas de ello pienso que son muchas, la crisis, sin ir más lejos. Si la cárcel, su entrada en funcionamiento, tiene algo o mucho que ver en ello, lo ignoro; lo cierto es que hay más robos.

¿Es frecuente que el cliente, el tenedor, retire el capital invertido antes de su vencimiento?
Sí, siempre los ha habido, pero la crisis ha incidido en ello de una forma suave; el rescate es normal cuando te ves en una situación crítica pero el cliente sabe que para mantener el status en el momento de la jubilación debes hacer algún esfuerzo; como vulgarmente decimos "apretarse en cinturón".

Dices que el carácter menorquín es más…
Previsor que el mallorquín o el ibicenco. Nosotros preferimos vivir con cierta austeridad y tener relativamente asegurado el futuro.

La competencia entre las aseguradoras siempre ha existido pero ahora también se da entre vosotros y los bancos.
Con una diferencia, que nosotros vendemos seguros, ellos, los bancos, "colocan" seguros. Algo que solo se da en España, no así en el resto de Europa.

Casi con la papeleta de votar en la mano, una pregunta obligada. ¿Habrá mucha o poca participación?
La misma, poco más o menos, que hubo en las pasadas elecciones municipales; en estos momentos el ciudadano está en situación de espera, el movimiento de los "indignados" es una prueba de ello; además nadie duda de que en algo se ha fallado y hay muchas cosas que cambiar, de ahí que a la hora de votar existan incógnitas sin desvelar y un futuro por descubrir y mejorar.

¿Seguiste el debate entre Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, los dos aspirantes a convertirse en los nuevos inquilinos de La Moncloa?
Sí, aunque me resulta muy difícil el definirlo; demasiado encorsetado, sumamente previsible e incluso desconectado con lo que la ciudadanía demanda, que es un cambio en profundidad.

¿Cambio real y en profundidad?
Sí, porque el modelo actual está agotado; más de lo mismo no se aceptará… Además intuyo que la ciudadanía está dispuesta a aceptar "sacrificios", siempre y cuando se actúe en la dirección adecuada.

¿Saldremos del pozo?
Hemos de salir de él, no nos queda otra solución, objetivo prioritario que puede alcanzarse siempre y cuando se instauren políticas sensatas como es la de gastar solo lo que se pueda gastar y aprender a decir "no". En mi trabajo he aprendido que esto, el saber decir "no" es, en determinadas circunstancias, imprescindible.

Los políticos tienen mala prensa, ¿se la merecen?
Sí, porque se la han ganado a pulso, ya que muchos de ellos, no todos, se han servido del cargo en beneficio propio, no en el de la comunidad y esto ha provocado la pérdida de confianza por parte del electorado.

¿Tienes muchas aficiones?
Algunas, jugué a fútbol con el At. Villacarlos. Mi padre, que fue un excelente futbolista, quería que sus hijos fuésemos como él. Yo fui un jugador más, normal, también soy aficionado a los coches antiguos y sobre todo a viajar en moto.

¿Cuál ha sido tu "escapada" más recordada?
A la India, un viaje inimaginable, con recuerdos maravillosos. También he recorrido media Europa, Francia, Alemania y otros países de este entorno.

Como padre, ¿te preocupa el futuro?
Sí, porque creo que ellos, nuestros hijos, vivirán peor. Además no veo en la juventud actual aquellos valores que nosotros teníamos, aquella ambición para mejorar nuestro status, aquel espíritu de sacrificio, valores estos y algunos más que han desaparecido y que, desgraciadamente, no han sido reemplazados por otros.

Nos dirán, a ti y a mí, que provenimos de una "mentalidad carca". ¿Asumiremos este riesgo?
Sí, porque hay cosas que no deberían permitirse, aquel respeto a los mayores que antes era normal, hoy ha desaparecido. El esfuerzo personal o colectivo no se valora, sobra prepotencia y falta capacidad de trabajo.

Sin embargo actualmente el número de los universitarios es superior al de hace algunos años.
Es cierto, pero te contaré un hecho real… En una celebración familiar me acerqué a charlar con la abuela de la familia y al preguntarle si se sentía feliz me dijo: "Tengo cinco nietos; en Menorca solo viven dos, los tres restantes trabajan fuera de España", posiblemente y en un futuro no muy lejano, esta sea la alternativa normal de muchos de nuestros universitarios.

Sí, porque Menorca languidece.
Acepto el término, aunque lo considero bastante suave. Particularmente añoro el empuje empresarial de antaño y a los hombres que hicieron de nuestra isla un referente diferencial. Ellos fueron capaces de crear, casi de la nada, una industria próspera, calzado, bisutería y otras fuentes alternativas de riqueza. Ahora solo unos pocos están en la brecha, los Máscaro, Pons Quintana y algún que otro, tanto en el ramo de la bisutería como en el del calzado… El resto se ha desmoronado o malvive.

Es un "terreno" que conoces palmo a palmo.
Efectivamente, desde el año 1984 cada viernes daba una vuelta por el Polígono Industrial, visita a algún cliente y a otros industriales. He dejado de ir porque todo son lamentos, todos están con el agua al cuello y esto es muy penoso y extremadamente preocupante.

Hemos hablado de aquellos hombres que en tus años de juventud producían en ti un efecto imán, les veías como "iluminados".
Cierto, recordaré que ver a Rafael Timoner a Jaume Mascaró o a los hermanos Sintes, por poner a unos pocos, era una "lección magistral", en ellos veía aquella capacidad y aquel tesón de los pioneros menorquines, los "dels monederos" de plata, El Caserío, etcétera, etcétera. Los que iniciaron la marcha y fueron adelantados de una Menorca que en el conjunto de Balears era la abanderada. Hombres y mujeres que ahora no aparecen, son otros tiempos y otras circunstancias y aunque duela, esta es la realidad, pura y dura.

En ocasiones pienso que ellos, los creadores de riqueza y puestos de trabajo, fueron son los "raros" porque el menorquín medio es bastante "pasota".
Ortega Monasterio, con el que me relacioné, en Es Cau, nos retrató magistralmente; "Sa caseta, sa barca i sa dona". Lo único que nos importa.

Lo único que nos queda, casi, porque siguen habiendo empresarios con agallas, es el turismo.
Sí, pero debemos definirnos sobre qué clase de turismo queremos, si nos enrocados en un proteccionismo a ultranza o "gestionamos" adecuadamente el territorio. El "no" por sistema es negativo, aunque no hay que echarlo todo por la borda. Una de mis máximas de trabajo es la de ser más partidario de sumar que de excluir.

Y del puerto de Maó, ¿qué hacemos?
Algo habrá que hacer porque hoy por hoy da pena el verlo. Yo diría que es urgente contar con un plan director de usos, delimitar las zonas y hacer aquellas obras necesarias. La urgencia de recuperarlo es tanta que me asombra que todavía no se haya alumbrado un plan de choque. Ante casos como este y otros muchos, pienso que los menorquines hemos perdido la ilusión.

Del nuevo puerto de Ciutadella, ¿qué opinas?
Que era una necesidad ineludible e "impuesta", en cierta medida, por las navieras por el ahorre de combustible que su emplazamiento comporta como también por el ahorro de horas de navegación. Mi opinión sincera es que ambos puertos, el de Son Blanc y el de Maó, deben complementarse, no excluirse el uno del otro.

Tras esta conversación, sumamente agradable, queda la pregunta del millón. Con mucha vida por delante, que te deseo puedas compartir con los tuyos, ¿qué le pides a la vida?
Salud, trabajo y bienestar para todos, y añadiré que aprendamos a sumar, no a restar.

Magín Carretero Torres, que durante nueve años fue el presidente de la Asociación de Vecinos de Malbúger -como servicio a la comunidad-, conoce por su trabajo la realidad de Menorca; la nuestra, la que "nos duele" porque precisa de una reactivación en positivo.