Bernat. El consejero delegado de Parc Bit Desenvolupament, empresa pública del Govern - P.PP

TW
0

Disponer de un Parc Bit en Alaior puede servir como impulso para los emprendedores de Menorca, para que dispongan de un apoyo a la hora de poner en marcha sus proyectos empresariales. Pero, ¿qué es un Parc Bit? ¿Para qué sirve? La persona más indicada para explicarlo es Miquel Bernat, el consejero delegado de Parc Bit Desenvolupament SA, la empresa pública que gestiona éstas instalaciones ubicadas en Palma.

¿Qué es un Parc Bit?
Como su nombre indica, es un parque destinado a las nuevas tecnologías. Intenta ser un espacio en el que se da alojamiento a todas aquellas empresas que se dedican a las nuevas tecnologías, informática, telecomunicaciones. Lo que se hace es aprovechar las sinergias entre estas empresas alrededor de este espacio, favoreciendo el intercambio de información, la colaboración entre empresas, y por tanto, del tejido productivo. Luego, además de eso, se comparten servicios, instalaciones como el auditorio, servicios de comunicación... Es una forma de optimizar recursos entre las empresas que están en el Parc Bit.

¿Cómo es un Parc Bit?
El Parc Bit de Mallorca está formado por las antiguas casas de la posesión de Son Espanyol, que dan lugar a las oficinas de Parc Bit Desenvolupament, la empresa creada por el Govern para la gestión de estas instalaciones. Consta también de salas comunes, una sala de formación, un auditorio, varias salas a disposición de las empresas, y además, un espacio que recibe el nombre de incubadoras. Son unos espacios para nuevos emprendedores, que pagan una cuota fija mensual a cambio. Disponen de zona de internet, servicios de limpieza y seguridad, y se les asesora, según su proyecto técnico y comercial de la empresa, a nivel técnico, de márketing, de plan de negocios. Contamos con una serie de técnicos que se encargan de asesorarles y también de valorar si ese negocio tiene viabilidad y les ayudan a sacarlo adelante.

¿Son espacios a precios asequibles?
Sí, hay estipulados unos precios muy bajos, pero también es cierto que el periodo de permanencia determinado. No se puede estar ahí de por vida. Hay dos perfiles de incubados: de un año, pagando una cuota fija cada mes y se les da un espacio y los servicios adicionales; y otro tipo de incubado que, por el formato se ajusta más a las microempresas, que tienen un precio bonificado del 75 por ciento el primer año, del 50 por ciento el segundo, y del 25 por ciento el tercer año. La gran mayoría de incubadoras son de tres años para proyectos más maduros y con más perspectiva, mientas que los primeros son para emprendedores individuales, aunque también pueden ser de más gente.

¿Por qué ese límite de tres años?
Estas incubadoras son, precisamente, para eso. No se trata de que haya empresas residentes permanentes. El Govern les da un impulso para montar y hacer realidad una empresa, un proyecto empresarial. Si al cabo de los tres años esa empresa no ha empezado a funcionar por sí misma, en algo nos estamos equivocando. El primer año son proyectos muy embrionarios, y después ya empiezan a funcionar, es cuando hay esa movilidad hacia unos locales para ellos solos, para ir avanzando en el proyecto. El objetivo es impulsar la creación de nuevas empresas, para reducir los costes, el paro y para fortalecer el tejido empresarial de las Islas.

¿Cómo ha sido la evolución de empresas tecnológicas en Mallorca o Balears desde que empezó a funcionar el Parc Bit?
El cambio ha sido evidente. Como todo, aún tiene asignaturas pendientes. Hay que tener en cuenta que es un proyecto que aún no está acabado. Pero ha servido para sembrar esa primera semilla de un espacio tecnológico de referencia en las Illes Balears, y más allá. En estos momentos, el Parc Bit forma parte de la Asociación de Parques Científicos y Tecnológicos de España (APTE), algo que ayuda a la hora de tener presencia tanto a nivel nacional como de las instituciones europeas.

¿Es eficaz el Parc Bit para consolidar proyectos empresariales?
Porcentualmente, los casos de éxito representan el 67 por ciento del total de empresas que empiezan. Son unos proyectos que luego se consolidan, aunque no podemos decir si esa consolidación es de muchos años, cuántas empresas continúan luego adelante.

¿Qué aportaría a Menorca un espacio como el Parc Bit?
Yo creo que esa es la gran pregunta, la pregunta del millón. Esa es precisamente la labor que no se ha hecho y debe hacerse. Se ha promovido el Centre Bit de Alaior, pero sólo el edificio en sí, no se ha previsto su contenido al cien por cien y eso está pendiente. Lo primero que haremos es una reunión con la comisión de seguimiento para la creación del Parc Bit de Menorca, a finales de noviembre, con el objetivo de iniciar este estudio sobre qué tiene que haber dentro de este edificio, qué funciones debe tener y qué posibilidades hay. Un Parc Bit no funciona si no hay una implicación directa de la parte privada, porqué es insostenible un edificio público que sólo mantenga las incubadoras. De hecho, ahora ya tenemos en Maó, en el local de CAEB, ya tenemos unas incubadoras y están funcionando. Lo que no tendría sentido es crear un nuevo edificio para trasladar esto mismo que ya tenemos, sería absurdo.

¿Requiere una inversión inicial importante?
La inversión de construcción para estructura es de unos 5 millones de euros, es muy importante. Pero viene a través de fondos estatutarios y la cuestión no es ésa. Lo que me preocupa es tener muy claro cómo tiene que sostenerse, qué tiene que tener, qué funciones debe tener, cómo hay que estructurarlo, qué empresas, instituciones y asociaciones tendrán cabida, y qué tipo de servicio hay que dar. Eso es básico, primero hay que tener el estudio para luego hacer el edificio, y aquí se ha hecho al revés, se ha empezado la casa por el tejado.