Jornadas. La sede del Consell acogió ayer la inauguración del evento con varias conferencias - Javier

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La agricultura de producción ecológica en Menorca está en expansión y traza una curva ascendente en la gráfica de crecimiento. Así de contundente se manifiesta la presidenta de la Asociación de Productores de Agricultura Ecológica de Menorca (APAEM), Alexandra Büttikofer, al corroborar que los productores ecológicos crecen en número a pesar de contar con un sector agrícola "tan dañado".

Y es que la agricultura ecológica ocupaba en 1996 un total de 52,2 hectáreas. El salto se produjo en 2001 cuando acumuló 1.272 hectáreas. En 2007 la superficie ocupada fue de 3.048 hectáreas y en 2010 llegó a superar las 5.000 hectáreas.

A pesar de ello, y aunque la producción ecológica de la Isla goce de un buen estado de salud, la asociación hace un llamamiento a las administraciones públicas para que apoyen el esfuerzo de los productores en la preservación del medio ambiente puesto que "sin ayudas no podemos salir adelante", señala Büttikofer. Para la presidenta, "la implantación, promoción, distribución y precios son nuestro caballo de batalla y por lo tanto, se hacen necesarias las ayudas para la dinamización del sector".

La agricultura ecológica tuvo ayer su punto de reflexión y de intercambio de experiencias entre los productores que hacen posible que esta agricultura sea un sector emergente. El Consell acogió las V Jornadas de Agricultura Ecológica organizadas por APAEM con el objetivo de poner sobre la mesa el futuro del sector primario, la importancia del consumo local y la relación con otros sectores productivos. La actividad se prolonga hasta hoy.
hectáreas ecológicas

Según los datos de 2010 facilitados por el Consell Balear de la Producció Agrària Ecològica (CBPAE), la Isla dedicó a la producción ecológica 5.226,3 hectáreas, es decir, un 2,6 por ciento de la superficie agraria útil de las Balears. El número de productores y elaboradores ascendió el año pasado a 75 y 22, respectivamente, destacando los cereales y las leguminosas, las hortalizas y los tubérculos así como los forrajes y la recolección silvestre como los de mayor representación en materia de cultivo.

Büttikofer indica que los costes de producción son más elevados para el operador, los rendimientos por unidad de explotación son menores y los procesos pueden llegar a ser más complicados y requerir mayor esfuerzo. "Éste es el precio por obtener un producto libre de tóxicos, sano, de mayores cualidades organolépticas y respetuoso con el medio ambiente", señala y añade que desgraciadamente "este tipo de producto en ocasiones no consigue su justa contrapartida en el mercado". Así, puntualiza que el "pequeño incremento" en el precio final es un obstáculo a la hora de llenar el carro de la compra" y señala que "puede que en el fondo sea un ahorro mal entendido, comprensible en tiempos de penuria económica".

Respecto a la comercialización, la presidenta de APAEM resalta que es prácticamente local, "la exportación no suele ser uno de los pilares de este tipo de agricultura", asevera. Remarca que "sólo los productos dotados de características específicas y distintas como los que cuentan con una Denominación de Origen suelen ser exportados", y en este caso, casi de forma exclusiva a Mallorca.

Desde APAEM sostienen que la agricultura ecológica debería ser la base del futuro "si deseamos un planeta sano y sostenible". Aún así, cabe apuntar que aunque la Isla cuente con un valor añadido, el de Reserva de la Biosfera, Mallorca, sin este distintivo, va muy por delante en superficie dedicada a la agricultura ecológica y en la distribución de la ganadería. Menorca sólo se sitúa en primera fila en materia de cabezas de ganado vacuno que duplica a las de Mallorca. En este sentido, la Isla cuenta con 116 explotaciones ganaderas inscritas al CBPAE con 5.488 cabezas de ganado.