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Recuerdo que en los primeros años de mi matrimonio, el día de Sant Jordi, me las veía y deseaba para poder cumplir con el "precepto" de regalar una rosa a mi esposa; ella, catalana de pura cepa, lo tenía más fácil porque en las librerías había donde escoger el libro con que debía obsequiarme… La parte difícil de "per Sant Jordi una rosa i un llibre" era la mía porque las floristerías llegaron con retraso, un poco después y esta tradicional y bella costumbre de Catalunya todavía no había tomado carta de naturaleza en Menorca; hoy, las flores y los libros, en fecha tan señalada, están presentes y los puestos de venta dan un colorido especial a nuestras calles y plazas.

Catalán de nacimiento y menorquín de adopción, porque con más de 40 años viviendo en la Isla me imagino que te sentirás "mitad y mitad".
Claro, sobre todo teniendo en cuenta que mis padres me trajeron a Maó con tan solo seis años de edad.

Y de inmediato tuviste que "sumergirte" en un nuevo ambiente, muy diferente al de tu Barcelona natal.
Sí, pero me adapté con gran rapidez porque en ningún momento me sentí rechazado, al contrario totalmente aceptado, lo cual hizo que mi adaptación fuera muy rápida.

¿En qué colegio iniciaste tu andadura escolar?
En la Academia Cervantes, la del señor Gomila Beleta; luego pasé por el Instituto y por la Graduada, porque mi "quinta" fue la del cambio del plan de estudios que se implantó en aquellos años.

La siguiente parada te llevó de nuevo a la Ciudad Condal, porque querías dedicarte a la jardinería.
Sí, seguir los pasos de mi padre, por ello tuve que regresar a Barcelona e iniciar los estudios en el hoy IES Rubió i Tudurí, la primera Escuela de Jardinería de España.

Escuela de gran prestigio en el ámbito de la jardinería.
Sí; un referente en Jardinería; allí estuve estudiando y formándome durante cuatro años, obteniendo al final el grado superior en Jardinería.

Y también fue allí donde conociste a Maria José.
Efectivamente, ella, mi esposa, también estudiaba allí y fue en dicha escuela en donde nos conocimos.

¿Cómo recuerdas aquellos años en la escuela "Rubió i Tudurí"?
Con gran cariño, novia, estudios y demás llenaron aquella etapa de excelentes vivencias; durante el primer año viví con mis abuelos, luego, en los tres restantes, compartí piso con varios compañeros de estudios; precisamente uno de ellos era madrileño, lo que refuerza lo de la categoría del IES que lleva el nombre de uno de los hijos ilustres de Maó, Nicolau Maria Rubió i Tudurí, el arquitecto, urbanista y paisajista cuya obra todavía perdura especialmente en Barcelona

¿Cuáles fueron las razones que trajeron a tus padres a Menorca?
Mi padre que era socio de la Hortícola Barcelonesa, vino a la Isla como encargado de dicha empresa para dirigir la construcción de varios jardines que dicha hortícola tenía apalabrados; te estoy hablando del año 67, las obras en cuestión eran en la urbanización Los Delfines, en el Hotel Cala Galdana y en S'Algar; él se desplazó solo pero al cabo de unos meses vinimos mi madre y yo.

Y aquí os quedasteis.
Sí, poco tiempo después mi padre se quedó con la empresa; compró la parte de su socio y siguió por su propia cuenta; posteriormente, concretamente en marzo de 1968, abrimos la tienda de Maó, la hoy Hortícola Balear, que en un primer momento se llamó Hortícola Barcelonesa, en esta apertura hay un dato anecdótico que pienso te interesará porque el cura que llevó a cabo la bendición del local fue don Miguel Petrus.

Y tú, ya con el título bajo el brazo y la formación recibida en la escuela "Rubió i Tudurí" te viniste para casa y empezaste a trabajar en la empresa familiar.
Así sucedió y fui haciendo camino, primero junto a mi padre y luego, poco a poco, asumiendo las responsabilidades de "tirar del carro".

¿Mantenéis el antiguo vivero de Sant Lluís?
Vivero y depósito de plantas que primeramente funcionó como tal para ser posteriormente abierto al público.

La vuestra, si no recuerdo mal, fue la primera empresa de jardinería que se instaló en Menorca. ¿Es así?
Debo decirte que sí, aunque antes de nuestra llegada había, tanto en aquí, en Maó, como en Sant Lluís y Ciutadella, empresas que suministraban árboles y demás, que ellos mismos cuidaban e incluso habían sembrado como pinos y otras especies autóctonas

Negocio este, el de la Jardinería, que vivió momentos de esplendor.
Cierto; antes los jardines eran algo muy personal, mentalidad que con la llegada del turismo cambió, y fue en este preciso instante cuando el "mercado" cobró otra dimensión; los chalés, las mansiones particulares y las urbanizaciones hicieron que la jardinería adquiriese una gran importancia, lo que se tradujo en jardines perfectamente diseñados y muy diferentes a los tradicionales.

¿Recuerdas cuál fue el primer proyecto diseñado por ti?
Por ser el primero lo recuerdo perfectamente; fue en la urbanización de San Jaime.
En ocasiones se dice que el clima de Menorca dificulta el mantenimiento de un jardín.

¿Es, tal afirmación, una realidad o una excusa?
El clima es un factor a tener siempre en cuenta, pero si al diseñar un jardín utilizas plantas adaptadas a la realidad local, sobre todo autóctonas, no existen excesivos problemas, pero nunca hay que olvidarse de la climatología del lugar de emplazamiento.

Me imagino que hoy tu empresa asume toda la gama de trabajos que comporta la jardinería. ¿Es así?
Lo es, desde su emplazamiento, diseño y demás elementos complementarios, como pueden ser las instalaciones de agua y demás servicios, hasta el posterior mantenimiento lo tocamos todo; como en ocasiones digo, "tocamos todas las teclas", es aquello de antes, ahora y después.

En este amplio abanico de "etapas", ¿cuál es la más difícil?
El mantenimiento; ni el diseño, ni la composición artística y técnica tienen secretos ni excesivas dificultades, pero el mantenimiento es día a día es lo que resulta más embarazoso, sobre todo si el cuidado del mismo no se realiza periódicamente y sabiendo como hacerlo.

¿Cuántos operarios conforman la empresa?
Cinco en total, pero en la temporada alta, tras el invierno, refuerzo la plantilla con dos o tres operarios más, depende de la demanda.

Y Maria José, tu esposa, es la "directora", lo diré así, de la tienda de Maó.
Sí, porque posee suficiente experiencia y una amplia formación.

Me has dicho que al llegar por primera vez no tuviste ningún tipo de problema de adaptación, ni rechazo alguna pero, cuando te instalaste definitivamente en la Isla, después de tu etapa de estudios y demás en Barcelona, ¿te costó aceptar nuestro estilo de vida?
No, tampoco tuve problemas incluso te diré más, me percaté de que lo de la calidad de vida que venimos pregonando es cierto; el vivir en Barcelona y otras urbes resulta agobiante; desde que te levantas hasta que te acuestas la prisa en una constante, aquí no, aquí puedes amoldar tu vida a tu ritmo y a las necesidades que el trabajo genera.

La crisis que nos azota y que se ha instalado en nuestro día a día como un "vecino" incómodo, ¿ha incidido en tu negocio?
Sí y lo afirmo con rotundidad; actualmente estamos en un 50 por ciento del trabajo del año anterior; la crisis que preocupa a todos, perjudica esencialmente a los pequeños y medianos empresarios y a quienes nos dedicamos a un trabajo no imprescindible.
También y en vuestra parcela, existe una realidad a tener en cuenta. ¿Digo bien?
Sí; yo tengo clientes a los que les llevaba el mantenimiento de su jardín que han prescindido de mis servicios porque, según me han dicho, el marido de la señora que cuida del chalé está en paro y se hará cargo del mantenimiento del jardín y de la piscina; comprenderás que ante una situación como ésta no hay alternativa posible pero esto genera una economía sumergida que perjudica a aquellas empresas que venimos cotizando a la Seguridad Social… Y esta situación también se da en otros trabajos, que se ven seriamente perjudicados ante la oferta de mano de obra más barata pero menos legal y puede que menos cualificada.

¿Os ocupáis de algún mantenimiento oficial?
Actualmente del tramo de la Vía de Ronda que comprende desde la Plaça d'Abu Umar hasta la rotonda de la Estación de Servicios De Paso, pero a final de año dicho contrato de mantenimiento se acaba, veremos que sucede en el futuro; antes tuvimos varios contratos de este tipo pero las circunstancias no son las mismas hoy el ahorro es la premisa reina en todas las administraciones.

Entre tú y tu mujer, con la colaboración de los operarios contratados, tiráis de la empresa. ¿Crees que vuestros dos hijos seguirán en el negocio familiar?
Me temo que no; el mayor, el chico, durante un verano estuvo trabajando con nosotros pero comprendí que no era la suyo, él prefiere estudiar; de hecho actualmente y habiendo conseguido titularse en Comercio Internacional, está estudiando en Palma, Protocolo; en cuanto a la niña, dice, aunque todavía no está en estos berenjenales, que quiere estudiar Educación Infantil, confiemos en que esta sea su elección definitiva, como puede ser otra.
Por cuanto me dices, Hortícola Balear seguirá en manos foráneas.
Todo cabe; las posibilidades son muchas pero por el momento los hijos se decantan por otros derroteros.

¿Practicas algún deporte?
No he sido muy dado a los deportes, el que practiqué más asiduamente fue el golf; mi padre plantó el campo de Sangril·là y tanto él como yo nos aficionamos a esta modalidad deportiva y jugábamos con cierta frecuenta, ahora ya no; en mi época de estudiante tampoco sobresalí en la faceta deportiva.

¿Lees?
No soy lector de novelas; leo bastante, tirando a mucho pero revistas y libros especializados en jardinería; hay que estar al día y éste es uno de los mejores sistemas.

El pasado domingo y a través de las urnas, el electorado se decantó, por abrumadora mayoría por el PP. ¿Crees que este cambio de color en el Gobierno central significará el inicio de la recuperación económica?
Lo deseo con toda mi alma porque la situación es más grave de lo que parece; pero a pesar de mis deseos y de mi optimismo, no creo en pócimas mágicas, creo en un planteamiento eficaz y en el esfuerzo mancomunado de todos.

¿Sacrificios?
Sí, habrá que hacerlos porque son inevitables, pero con la maestría de un cirujano competente, no exigirlos sin un planteamiento razonable y convincente.

La juventud actual, ¿es diferente a la de tu época?
Es lógico que lo sea, la evolución es una constante en el devenir de los pueblos sin olvidar que cada joven es un mundo aparte porque su formación, su forma de ser y actuar depende de su familia; los buenos hábitos, la responsabilidad se adquiere en el seno de las familias.

Entonces quienes fallan o fallamos son las familias.
Sí, porque ellos, los jóvenes, son el reflejo de la sociedad que está conformado por las familias.

Me has dicho que no crees en fórmulas milagrosas, pero para ser feliz, ¿qué aconsejarías?
Estar y encontrarse a gusto contigo mismo y proyectar ésta realidad a los demás.

Tú has vivido como las tradicionales fuentes de trabajo y riqueza de la Isla iban desapareciendo, hoy nos "salva" el turismo. ¿Hay que reconducirlo?
Desde luego que sí; yo sería partidario de crear una mesa de turismo formada, en un 80 por ciento con los profesionales del sector -hoteleros, restauradores, agentes de viajes...- y el 20 por ciento restante por políticos y que fueran ellos los que elaborasen un plan para reactivar éste sector e ir solucionando los muchos problemas que tiene… También me inclinaría por la política de sumar, no de excluir.

¿Eres creyente?
Creyente sí, porque creo en "algo", lo que no soy es practicante.

¿Superaremos la crisis?
Si actuamos conjuntamente y con ganas, la superaremos; además estoy convencido de que Europa, la que empuja, no nos dejará caer, ni a nosotros ni a los italianos ya que tanto España como Italia son dos países "grandes" y si cayéramos arrastraríamos al resto de Europa.

Y el paro, los cinco millones de españoles sin trabajo, ¿te preocupa?
Muchísimo porque en tales circunstancias la gente pierde la alegría y no gasta y este estado de frustración perjudica, directa o indirectamente a todos, especialmente a quienes carecen de trabajo.

Y en estos momentos de la vida, en que miras ya con cierta preocupación el futuro de tus dos hijos; ¿qué le pides a la vida?
Seguir como estoy ahora; luego que la crisis se cierre con la mayor rapidez posible.

Igualito que en la copla: "Salud, dinero y amor", pero con un sentido más universal, más solidario porque el hombre no es una isla, sino que forma continente.