Vista oral. El juicio contra A.S.R por un delito de abusos sexuales quedó ayer visto para sentencia - Paco Sturla

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Las contradicciones existentes entre el informe emitido por el médico forense y los documentos elaborados por las psicólogas del Instituto de Medicina Legal de les Illes Balears son la base de la Defensa para solicitar la absolución de A.S.R, acusado por un delito de abuso sexual a la hija menor de su expareja.

Por su parte, el Ministerio Fiscal mantiene la petición de 8 años de cárcel y una multa de 12.000 ya que, aunque reconoce las discordancias entre los informes, considera que las pruebas testificales demuestran que el relato de la menor es creíble y en su versión no se observan indicios de fabulación.

La Audiencia Provincial de Palma dejó ayer visto para sentencia el juicio que se celebró en Maó, tras la declaración a través de videoconferencia de la psicóloga del Instituto de Medicina Legal de les Illes Balears, Mercedes Sabater. Precisamente la ausencia de la perito motivó la suspensión de la primera vista oral que tuvo lugar el 20 de octubre.

Sabater, coincidiendo con la psicóloga forense Carmen Curco, concluyó que la versión de la menor es creíble al presentar un engranaje contextual y muchos detalles que, según dijo, no suelen aparecer en relatos inventados. Asimismo, la perito admitió que la niña no mostraba sintomatología patológica ni alteraciones anímicas y conductuales en el momento en que fue entrevistada aunque matizó que, en ocasiones, los niños disponen de una gran capacidad de adaptación a la situación traumática.

La psicóloga también llevó a cabo una valoración psicopatológica del acusado durante la que le llamó la atención la actitud tranquila del mismo, una postura que le sorprendió teniendo en cuenta la acusación a la que se enfrentaba.

Discordancia
Por su parte, el informe del médico forense Antonio Lage contempla dudas sobre la veracidad del relato de la niña quien, según las entrevistas a los testigos, se presenta como un "personaje desdoblado" que, por un lado, se mostraba infantil y tímida y, por otro, mostraba conductas manipuladoras. Asimismo, Lage indica que la menor sentía celos respecto al acusado, tal y como reconoció la madre en su declaración.