La empresa especializada en instalaciones petrolíferas Bhefsan Enginyers, S.L. se ha adjudicado las obras de ampliación de la gasolinera del Club Marítimo de Mahón (CMM) por un presupuesto cerrado de 250.000 euros (IVA no incluido), según el acuerdo adoptado por la junta directiva de la entidad en una reunión celebrada el sábado. La adjudicación a dicha firma supone una baja de en torno al 17 por ciento con respecto al presupuesto inicial del proyecto, 300.000 euros más IVA.
Cabe recordar que las obras, financiadas íntegramente por el club, superan el 20 por ciento del presupuesto de la entidad (800.000 euros), por lo que la asamblea de socios debió apoyar la decisión de la directiva de acometer el proyecto mediante el endeudamiento, a través de la renovación de la póliza suscrita con la Caixa.
Pese a que la ampliación de la gasolinera correrá a cargo de una sociedad foránea, el Club Marítimo pone como condición que la obra civil necesaria sea subcontratada a una empresa menorquina. Así lo manifestaron fuentes de la dirección del club tras la reunión de este fin de semana, en la que miembros de la junta cuestionaron al presidente de la entidad, Nemesio Suárez, con quien este diario trató de contactar ayer sin éxito.
Sin dimisiones, por ahora
En el transcurso de la junta los cinco miembros de la misma que habían mostrado su disconformidad con la gestión de Suárez, se mostraron dispuestos a seguir en sus cargos "por el bien del club", según manifestó uno de ellos, dada la delicada situación económica que atraviesa la entidad, que el mes pasado aprobó la aplicación de un Expediente de Regulación de Empleo temporal con el fin de reducir gastos.
Los directivos críticos con el actual presidente consideran que no es el momento oportuno para abrir fisuras en la junta, y su continuidad en los cargos fue apoyada por el resto de integrantes de la misma.
De este modo, lo que está en el aire sería la propia dimisión o continuidad de Nemesio Suárez, ya que al parecer "no se siente cómodo", en palabras de uno de los miembros de la junta, con la permanencia de algunas de las personas que han cuestionado sus formas al frente del club. Un estilo de gestión que algunos de los directivos no dudó ayer de calificar de "autoritario" y "poco participativo", y que le fue recriminado al propio presidente durante la reunión de los once integrantes de la junta.
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