Opiniones. La tertulia celebrada ayer en Mongofra contó con la asistencia de diferentes expertos - Javier

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En España se registraron en 2009 33.900 peticiones de desahucio, una cifra que en 2010 creció hasta 47.890 y en 2011 supera ya las 67.000 peticiones. El estallido de la burbuja inmobiliaria y el drama social desatado se agudiza por días y colectivos como Democracia Ya o la Plataforma de Afectados por la Hipoteca han levantado la voz en demanda de soluciones como la dación en pago (la entrega de la vivienda para saldar la deuda). Un banco anunció ayer mismo que flexibilizará a 45.000 familias las condiciones de su hipoteca por la crisis. Algunas entidades financieras ya practican la dación en pago, pero en casos muy puntuales y apenas representan porcentajes relevantes. Expertos en banca, empresarios, registradores de la propiedad, sindicalistas, abogados, economistas y personas que trabajan con colectivos vulnerables, entre otros profesionales, participaron ayer en la tertulia organizada por la Fundació Rubió dentro del ciclo 'Diàlegs a Mongofra', bajo el título "Dación en pago de las hipotecas y la crisis inmobiliaria".

La mayoría de los asistentes se mostraron partidarios de la dación en pago, siempre y cuando se trate de primeras viviendas y la medida sea de carácter voluntario. "A un banco le interesa más la dación que un proceso judicial con un cliente por ser éste largo y costoso", enfatizó un responsable de la banca. No obstante, coincidieron en que no debería aplicarse nunca con efectos retroactivos, por los graves perjuicios que acarrearía a la economía en general y en particular en el sistema financiero. "No se pueden cambiar las reglas del juego en mitad del partido", aseveró uno de los tertulianos. La inseguridad jurídica que conllevaría sería insostenible, y además de "pagar justos por pecadores" encarecería las hipotecas, añadió otro. Y es que a su juicio, de repente, una hipoteca se convertiría en una compra con derecho a alquiler.

Deuda de Promotores
Asimismo, aunque es cierto que el estallido de la burbuja unido a un desempleo desbocado, ha elevado los índices de morosidad en España hasta el cinco por ciento, pero quienes hacen frente a sus deudas hoy por hoy son el 95 por ciento de los hipotecados, remarcó un experto en banca. "Hay que resaltar que los bancos hoy día tienen más problemas con los promotores que con los particulares. El problema es que el mercado se movía hace unos años con las expectativas de un crecimiento urbanístico que ya no existen", agregó.

Algunos de los asistentes advirtieron que los bancos no obligaron en su día a nadie a contratar una hipoteca, aunque sí pecaron a la hora de no medir sus riesgos, generalizando la concesión de préstamos a las familias y a promotores inmobiliarios, e incluso varios asistentes pusieron en dudas la moralidad de determinadas prácticas bancarias. La disparidad de opiniones más marcada se centró sobre el sistema inmobiliario español. Unos consideraron bueno que el hecho de que el 80 por ciento de las familias tuvieran una vivienda en propiedad, otros vieron en este porcentaje un craso error en un país donde el salario interprofesional es de 600 euros mensuales. "La sociedad ha puesto por encima el tener por el ser. No hemos aprendido de crisis anteriores porque los hemos repetido y multiplicado", apuntó una tertuliana, quien culpabilizó de la situación actual a los entes financieros "que no han perdido un euro, sólo han mermado beneficios". "Ahora hacen caer la responsabilidad de la crisis a los ciudadanos con recortes salariales, despidos, reducción de ayudas sociales y deudas de por vida". Y es que tras una ejecución hipotecara, si la subasta se queda en blanco, la entidad financiera se queda la vivienda por el 60 por ciento de su valor de tasación. A partir de ahí el banco sigue reclamando la deuda restante más intereses y cuotas judiciales.