TW
0

Ports de les Illes Balears ha tomado nota de los efectos de la 'tiranya' y de los temporales de estos últimos días en Son Blanc. Los efectos de estos dos fenómenos en el puerto, reduciendo su operatividad e incluso obligando a su cierre, han motivado al ente portuario a estudiar varias medidas para reducir su efecto. Ahora mismo, existen dos propuestas sobre la mesa, según explica el director general de Puertos, Antonio Deudero.

La primera de estas propuestas, la más factible y económica, consistiría en la instalación de dos grandes boyas en medio de la zona abrigada por el dique. Estas estructuras ejercerían de coderas de las embarcaciones, una especie de contraamarres que permitirían separar los buques de los muelles en caso de agitación del mar, ya sea por la 'tiranya' o por un temporal. De este modo, las embarcaciones no tocarían el muelle, y el riesgo de desperfectos sería menor.

La segunda propuesta consistiría en la instalación de una estructura amortiguadora en la zona de Sa Farola. Allí, explica Deudero, es donde rebotan las olas que luego se dirigen hacia el interior de Son Blanc. El objetivo de esta estructura sería conseguir reducir la fuerza de la ola en el momento de rebotar, y así viajaría con menos potencia hacia el interior de la rada. De momento, no está decidido qué tipo de instalación se ubicaría, pero sí está descartado que sea escollera (grandes bloques de hormigón), por su elevado impacto ambiental y también su coste económico. Deudero habla de estructuras flotantes o de hierro, pero aún no está decidido.

Estas dos propuestas aparcan definitivamente la opción, contemplada en el proyecto original, de ubicar una escollera en el acantilado del muelle litoral. Según Deudero, "nuestros técnicos nos explican que esta actuación no permitiría acabar totalmente con la agitación, y no podemos ejecutar una actuación millonaria como sería ésta para no atajar el problema totalmente". En este sentido, el director general de Puertos recuerda que fue el anterior Ejecutivo autonómico, durante el proceso de construcción de Son Blanc, quien desestimó la instalación de esta escollera.

Otra de las propuestas que habían surgido de las navieras era la rebaja del nivel de uno de los muelles, para que así se pudiera operar en cualquiera de ellos en caso de temporal. En este sentido, Deudero asegura que "es una medida que tenemos que estudiar con mucho detalle, puesto que la petición surge porque la naviera quiere tener abierta la plataforma de carga y descarga incluso con agitación, y lo lógico es que en esas circunstancias, esta plataforma esté recogida".