Ilusión. Los Pajes Reales visitaron el colegio Antoni Juan Alemany para recoger las cartas de los niños - CP Antoni Juan

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Centros educativos y demás entidades menorquinas relacionadas con los niños están celebrando estos días sus actividades navideñas. Los últimos días de clase antes de las vacaciones son tiempo para relajarse, con las notas ya entregadas, con acciones más lúdicas pero no por ello menos formativos.

Dos ejemplos son el colegio Antoni Juan Alemany de Maó y La Salle Mahón. El primero contó con la visita del obispo, monseñor Salvador Giménez, que aprovechó para visitar las instalaciones y responder a las preguntas que quisieron hacerle los alumnos.

Además, se llevó a cabo la representación de "El Gato con botas" y la obra "Romeo y Julieta", así como un concierto de villancicos y canciones en inglés realizado por todos los alumnos que resultó un éxito. También se disfrutó de la visita de los Pajes Reales y sorteó una cesta de Navidad, que le tocó a Aurora Olivar Pons.

Otro de los centros con actividades navideñas fue La Salle de Maó. Todos los alumnos montaron un Belén, dando comienzo al Festival de Navidad de Educación Infantil. El equipo educativo asegura estar muy contento por invertir tiempo y esfuerzo en trabajar los valores que consideran importantes. Los alumnos trabajaron todos los días para decorar el pabellón deportivo del centro, además de hacer disfraces, decorar las ventanas con pino, preparar la llegada de los pajes, y aprender una canción en familia para cantarla juntos.

Por otro lado, la Escuela de Patinaje Artístico de la Unión Deportiva Mahón celebró su tradicional Fiesta de Navidad con la participación de sus más de cien alumnos con edades comprendidas entre los 5 y los 25 años, y su grupo de élite, actuales campeones de Balears en la modalidad de grupos.

El evento fue en beneficio de ASPANOB, la asociación de padres y madres de niños con cáncer de Balears. También se contó con la colaboración de ROTARACT y la participación de Moments a Cor, quienes cantaron en directo mientras toda la escuela de patinaje deleitaba al público con sus deslizamientos.

Por supuesto, Papá Noel no dudó en pasarse por el festival, y llevó regalo e ilusión para los 600 espectadores.