Desaladora. La instalación ha costado 42 millones de euros - Archivo

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El grupo ecologista GOB denuncia la incongruencia que supone para Menorca tener una desaladora construida en Ciutadella sin utilizar, mientras los acuíferos de la Isla incrementan sus índices de salinidad día tras días. "La desaladora no es la mejor solución. Pero es que la mejor solución (emplear el agua de una manera más racional) hace cuarenta años que dejamos de aplicarla". El GOB destaca que la instalación está preparada para producir 10.000 metros cúbicos y en cambio, problemas económicos y especialmente políticos no permiten aprovecharla. "Mientras tanto los acuíferos no mejoran", resalta.

El grupo alerta de que los dos últimos estudios realizados sobre la calidad del agua en Menorca por el Obsam indican que un 35 por ciento de los pozos presentan problemas de salinización. Y que entre el 35 y 55 por ciento de los pozos tienen contaminación excesiva de nitratos. "A pesar de que parece que tienden a la estabilización, no deja de ser preocupante en una época donde las lluvias han sido más abundantes de lo habitual". El GOB explica que lo más preocupante es saber que, tarde o temprano, volverá un período de sequía y nos cogerá a todos otra vez desprevenidos.

Miedo en Ciutadella

Igualmente recuerda el hecho de que la desaladora haya costado 42 millones de euros, el concesionario haya asumido la obra y ahora el Govern esté obligado a comprar cada mes toda el agua que se produce. También denuncia que hace más de medio año que la instalación está lista, pero no aporta agua porque las conexiones con los depósitos municipales correspondientes no están hechos. "El principal freno es el miedo del Ayuntamiento a una subida drástica del precio del agua".

Para el grupo ecologista, Menorca debe afrontar pronto el hecho de que tiene una desaladora en Ciutadella y un acuífero común que presenta importantes problemas. Recuerdan en este sentido que ya en 2007 propuso la creación de un Consorcio Insular del Agua. "Una política común debería servir para acordar una gestión del acuífero como un bien común de toda la Isla. Una política para consensuar unas mismas tarifas", resalta el GOB.

El grupo advierte que los que ahora critican a Jaume Matas (su gobierno decidió apostar por la desaladora) aplaudieron la decisión en su día, recordando que el Ayuntamiento de Ciutadella aprobó por unanimidad la instalación. "La actuación responsable, ahora que la instalación ya está hecha, es decir la mejor manera de usarla, no seguir discutiendo si debería haberse hecho", remarca el GOB, para el que es "urgente" dejar descansar los pozos. Incluso apunta que la Oficina de Reserva de Biosfera podría ocuparse de informatizar y gestionar los datos de consumo de agua en la Isla.