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Autoficha
Me llamo Marie Tholon, soy francesa y tengo 30 años. Tengo un doctorado en Arte con especialidad en Danza. Trabajo en la Escuela de Danza de Sant Lluís y en la Asociación Barango, donde doy clases de gimnasia para madres y baile africano. Vivo con mi pareja y mi hija de nueve meses en Sant Lluís. Me encanta viajar, descubrir culturas, las plantas y bailar.

¿Qué le trajo hasta Menorca?
Vine hace dos años. Estaba acostumbrada a viajar de un país a otro desde hace diez años y necesitaba encontrar un lugar en el que establecerme y tener estabilidad. Tras tres años trabajando como profesora en la Universidad de Niza, donde yo estudié, decidí venir a vivir a Menorca. Había estado cuatro años atrás de vacaciones y me pareció un lugar fantástico para formar una familia. Me gusta la naturaleza y la amabilidad de sus gentes.

Llegó sin hablar prácticamente nada de español...
Sí, fue difícil porque tuve que aprender los dos idiomas a la vez, español y catalán. Había estado en muchos países anteriormente pero nunca en ninguno de habla hispana. Tuve la suerte de conocer a la directora de la Escuela de Danza de Sant Lluís y pude impartir clases en el centro y en la asociación Barango. Daba clases de danza africana ya que hice mi tesis en Senegal, estudiando los diferentes bailes de aquella zona.

¿Cómo surgió la idea de dar clases a las madres que van a pasear con los carritos y sus hijos?
Yo misma he sentido con el embarazo un cambio muy fuerte en mi cuerpo. Tras el parto, es muy duro volver a tener conciencia del cuerpo y poder sentirlo. Eso me llevó a pensar en trabajar este punto y también el de reunir a las madres con sus hijos y compartir experiencias. Es un estímulo. Empezamos e noviembre y estamos muy contentas. Realizamos la mitad de la clase fuera y la otra mitad en sala, donde hacemos pilates, trabajamos la pelvis, la velocidad,.. Y los niños también hacen ejercicio..

¿En qué ayudan estas clases?
Se vuelve a poner en marcha la musculatura, trabajamos la elasticidad con estiramientos, la capacidad pulmonar y cardíaca... Sobre todo, ayuda a perder peso, que es lo más complicado cuando se ha tenido un hijo. A veces, estando sola en casa, cuesta hacer los ejercicios pero en grupo nos apoyamos y animamos unas a otras.

¿Qué planes tiene en mente que le hagan ilusión?
Desarrollar las clases en los centros donde trabajo para abrirlas a más gente. Mi sueño sería que en Menorca hubiera un Conservatorio de Danza ya que yo tengo la titulación para poder impartir clases. Por otro lado, estoy muy contenta con mi vida aquí. He viajado mucho aunque me falta Asia. Quizá, cuando mi hija sea más mayor, podamos ir de viaje.