la salle. Los centros concertados de la Isla no pueden asumir todas las variantes de Bachillerato y FP - Paco Sturla

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Los centros educativos concertados de la Isla son claras víctimas de la reforma educativa anunciada el martes por el Gobierno central. La decisión de reducir a tres cursos la Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y convertir el actual cuarto en un primero de Bachillerato o Formación Profesional supone para los colegios concertados menorquines un verdadero problema, que de materializarse les obligará a prescindir de este cuarto curso. Por tanto, deberán reducir sus grupos, sus alumnos, sus horas lectivas, y con ellas las clases asignadas a los docentes de Secundaria. Incluso se podrían producir ajustes de las plantillas.

El núcleo del problema reside en que los centros concertados de la Isla, por sus dimensiones (una o dos líneas), no pueden asumir un concierto de las etapas de Bachillerato y FP, ciclos que además presentan una gran variedad de opciones para los estudiantes. Leo Florit, director del colegio Sant Francesc d'Assís y portavoz del colectivo, explica que las etapas se tienen que asumir enteras, y que por tanto para los centros de la Isla impartir más allá de ESO es materialmente imposible.

Así las cosas, sus alumnos deberían dejar los centros tras tercero de ESO para realizar el primero de Bachillerato o FP, que continúa siendo obligatorio, en un instituto público. Florit explica que "perderíamos un curso, y todo lo que esto conlleva en cuanto a personal. Para un centro pequeño estos cambios son una bofetada, ni con dos líneas de ESO es posible asumirlos. Pero si incluso en algunas materias ahora compartimos profesorado".

Florit comenta que reducir el alumnado supondrá tener que rebajar las horas asignadas a la plantilla docente, "y si a un profesor lo pasas de veinte a diez horas, es muy probable que se busque otro trabajo". No descarta que se tengan que abordar incluso reducciones de plantilla.

Los responsables de los centros concertados de la Isla no han intercambiado de momento opiniones al respecto y Florit espera ahora que el tema se aborde en el congreso de escuela católica balear que la próxima semana se celebra en Palma.