TW
0

autoficha
Me llamo Marta Gallego Torres, tengo 33 años y nací en Palma. Soy veterinaria, especialista en équidos y dentista equino. Lo que más me gusta hacer es dedicar tiempo a mis animales, aunque también me encanta leer, montar a caballo, y viajar.

¿Qué le llevó a estudiar veterinaria?
Desde que tengo uso de razón he querido ser veterinaria de caballos, aunque me gustan todos los animales. Siempre he sentido que mi vocación era salvar vidas y ayudar a los animales a alcanzar y mantener la salud. Ser veterinaria es, en gran parte, mi vida. No me imagino dedicándome a otra cosa, no sería feliz.

¿Cuáles son los principales problemas con los que se encuentra un caballo?
Generalmente suelen ser cólicos, parasitosis, cojeras... Y, sobre todo, problemas dentales. Cada vez son más las personas que se dan cuenta de lo importante que es revisar los dientes de su caballo, pero aún hay mucha gente que desconoce esto. Los animales tienen las mismas necesidades que nosotros. Esta idea, que en muchos países ya hace tiempo que está establecida, poco a poco se va introduciendo en la sociedad española y, pese a que aún nos queda mucho por aprender, cada vez más nos damos cuenta de que "ir al médico" es tan necesario para los animales como para nosotros.

¿Ha colaborado alguna vez con asociaciones protectoras?
Colaboro habitualmente con muchas protectoras de animales y espero cada vez poder hacerlo más. La verdad es que en España hacemos mucha falta los veterinarios, está en nuestras manos una importante labor de concienciación en cuanto a protección animal. El problema es que, como tristemente pasa con todo, no existe una buena base sobre la que sostener un buen sistema de protección animal. Esto, unido a la falta de información y la educación que recibimos, convierte la protección de los animales en un puzzle al que le faltan muchas piezas y muchas no encajan.

¿Qué piensa del uso de caballos en las fiestas patronales menorquinas?
Este es un tema delicado. Como veterinaria, diría que yo no defendería ni estaría a favor de nada que pudiera afectar negativamente a los animales. El problema es que la desinformación, la educación y la falta de empatía con los animales hace que no todos veamos claramente el límite entre lo que está bien y lo que no. El tema crea mucha controversia. Solo hay algo que deberíamos tener claro y que consiste en cumplir los cinco principios de bienestar animal, estipulados por el gobierno del Reino Unido alrededor de los setenta. Los animales tienen derecho a estar libres de hambre y sed, de incomodidad, de dolor o enfermedad, disfrutar de libertad para comportarse como lo harían en su estado natural y no sufrir miedo ni angustia. Si el uso de caballos en cualquier tipo de fiesta cumple estos requisitos, no habría motivo alguno para oponerse a ellos.

¿Cuáles son sus planes de futuro?
Mi mayor deseo es superarme al máximo, llegar al límite de mis posibilidades para poder ser una gran veterinaria y ayudar a todos los animales que pueda. Intento estudiar cada día y aprender para conseguirlo. También deseo poder viajar a países que lo necesiten para realizar labores veterinarias de voluntariado. Para terminar, quisiera decir, tal como hizo una vez Abraham Lincoln, que estoy a favor de los derechos de los animales tanto como de los derechos humanos. Es la única manera de ser un humano completo.