Maó. La vista desde el Parc de Dalt Vilanova hacia el puerto mostraba un paisaje idílico transformado por la nieve y el frío - Gemma Andreu

TW
0

El Levante menorquín no se levantó con el manto de nieve que esperaba pero nada más empezar el desayuno ya aparecieron los primeros copos de nieve que a las 10 horas de la mañana se configuraban como una auténtica tormenta con fuerte viento que llegó a 78 kilómetros por hora aunque la velocidad media se mantuvo en 49 kilómetros por hora, según informa la Agencia Estatal de Meteorología.

Nevó prácticamente durante todo el día, más por la mañana que por la tarde, y costó en general que cuajase llegando en Maó y Es Castell hasta los cinco centímetros de grosor, como bien midió Xavier Pons Cladera en Trebalúger. En Maó. algunos comercios del centro optaron por cerrar.

La temperatura máxima no superó los 2,9 grados centígrados y la mínima llegó a 0,2 grados bajo cero. Miguel Ángel Pons Olives midió en su estación meteorológica cero grados y uno positivo a lo largo del día y observó que la nieve en la playa de Binisafúller se mantuvo durante un rato, poco más de diez minutos.

Muchos no quisieron perder la oportunidad de aprovechar la nieve que había caído para pasárselo en grande. Si bien en los pueblos y ciudades la nieve cuajó más encima de los tejados, terrazas, vegetación y lados de las calles, en el campo se acumuló la suficiente como para hacer un muñeco de hasta 1,70 centímetros, como el que hicieron en Alaior un divertido grupo de amigos.

También ofrecieron bellas estampas las playas donde, por lo general, la nieve acumulada no duró mucho tiempo.

Ciutadella, Ferreries y Es Migjorn se quedaron con las ganas. Vieron caer un poco de nieve, pero sólo en Es Mercadal llegó a cuajar algo. Gustau Liz, meteorólogo en Ciutadella, informó que durante todo el día la temperatura se mantuvo estable en 3 grados y que la poca nieve que había caído en su ciudad no se podía ni contabilizar en su pluviómetro.

Ferreries vivió el frío algo más intensamente, hasta medio grado bajo cero, según Joan Janer.

Las bajas temperaturas que se esperan a día de hoy harán que la nieve acumulada tarde en derretirse por lo que aún hay tiempo de nuevos juegos con la nieve.