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El carguero "Ippotis" logró acceder ayer al puerto de Ciutadella después de que la zona portuaria reabriera al tráfico marítimo a las 18.30 horas.

El buque pudo desembarcar la carga que, desde su salida el domingo por la noche del puerto de Barcelona, llevaba en las bodegas y de la que muchas empresas e industrias estaban pendientes de su llegada, por el desabastecimiento de productos y materias primas.

Tras la reapertura de la zona portuaria de Son Blanc, el puerto de Maó reabría también a las 20.20 horas de ayer, sin previsión de llegada de ningún buque de pasaje. A medianoche se esperaba la entrada del cementero y esta mañana accederá el barco de Acciona con el pasaje que ayer zarpó a las 23 horas de Barcelona.

Con la reapertura de los puertos, la Isla normaliza las comunicaciones marítimas. Esta mañana está prevista la llegada del "Nura Nova" de Iscomar, que desde el lunes está varado en Alcúdia en espera. También la operatividad de la línea con Mallorca permitirá recuperar la entrada y salida de mercancías y pasaje con la Isla vecina.

Las navieras han vivido con malestar los tres días en que la Isla ha permanecido incomunicada por mar a consecuencia del temporal de tramontana, un hecho único en Balears, dónde el resto de los puertos han operado con normalidad pese a la incidencia del temporal.

Que la Isla quede incomunicada o no por mar depende de que el viento sople a más de 30 nudos en la bocana del puerto de Maó. Este es el límite técnico marcado por seguridad. En el caso de Ciutadella, para que el puerto se cierre, el viento debe superar los 25 nudos, o que se registren rachas de más de 30 nudos.

Se trata de unas restricciones que cuestionan voces del sector marítimo y que piden revisar, al considerar que al cerrarse al tráfico los puertos pierden su función de abrigo. Cuestionan que la Isla haya podido quedar incomunicada durante tres días seguidos, un caso que califican de insólito.