Can Saura. Doce años después de ser comprado, sigue cerrado - Paco Sturla

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El culebrón de Can Saura parece no tener fin. Cuando, después de infinidad de negociaciones y denuncias de por medio, se había pactado el precio de las obras de remodelación de este palacio señorial de Ciutadella adquirido por el Ayuntamiento en el año 2000, ahora ya no está claro quién tiene que pagar este sobrecoste.

El Govern, a quien todos los dedos apuntaban como el responsable del encarecimiento y por tanto como responsable de su pago, se ha desmarcado.

Así se ha sabido a raíz de una pregunta que Unió des Poble de Ciutadella de Menorca (UPCM) formulará esta noche en el pleno municipal. La concejal de Cultura, Auxiliadora Pons, ya admite que el Govern balear, a través de varias conversaciones telefónicas, se niega a asumir los 278.000 euros en los que se ha cifrado el sobrecoste de la obra (un 9,6 por ciento más que el presupuesto inicial). Una decisión que desde el equipo de gobierno del Ayuntamiento no entienden, ni comparten y, según Pons, "llegaremos hasta dónde haga falta para que finalmente no se lleve a la práctica".

La edil de Cultura defiende que "al Ayuntamiento no le corresponde en absoluto hacerse cargo de un sobrecoste motivado por las constantes modificaciones introducidas en la obra por parte del director facultativo de la misma bajo su único criterio. Son cambios en los que el Ayuntamiento no intervino y por lo tanto debe ser el Govern quien asuma el sobrecoste".

El director de la obra era Óscar Canalis, técnico designado por el Ejecutivo autonómico para desempeñar esta misión. De hecho, según el acuerdo que se alcanzó en su día, a pesar de que el Ayuntamiento era el promotor formal de las obras, el Govern era quien asumía su coste y también la dirección.

Ya en su día, este periódico informó del aviso que la UTE adjudicataria de las obras había emitido en el año 2007 sobre los constantes cambios en el proyecto introducidos por el director facultativo Óscar Canalis. Además, los constructores constataban también encarecimientos de más del 2.000 por ciento sobre partidas presupuestadas y algunas compras que hubieran podido ser mucho más económicas.

Ahora, la concejal de Cultura ha solicitado al Govern que le remita por escrito los motivos que justifican, explica Pons, "este cambio de posición, puesto que desde siempre se había asumido que sería el Govern quien pagaría este sobrecoste, así me lo han explicado también los anteriores responsables del Ayuntamiento".

La edil considera, además, que "si ellos (por el Govern) no fiaban pagar este sobrecoste, no entiendo por qué hemos estado hablando durante tanto tiempo del tema".

Con este nuevo capítulo en el ya extenso bagaje de polémicas sobre las obras de Can Saura, queda aún más en el aire el destino final de este edificio, y más aún, su fecha de apertura. Cabe recordar que, tal como adelantó ayer este periódico, el equipo de gobierno también eliminará del presupuesto municipal la partida de 60.000 euros que este año pensaba destinar a la museización del edificio.

Además, el alcalde ha reiterado en diferentes ocasiones que tiene dudas sobre la iniciativa de convertir Can Saura en un museo.