Grupo. Javier Pujol, Luis Barca y Javier Hernández, usuarios preocupados - J.B.

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Un grupo de usuarios de Maó cree que los altos precios de las tarifas de amarre han vaciado el puerto de embarcaciones, cuando en 2001, en invierno, la ocupación era superior al 80 por ciento. Aseguran que la nueva concesión de la ribera norte no mejorará la situación. Consideran que el puerto ha de recuperar la competitividad y para ello es imprescindible reducir las tarifas de amarre. Creen que alrededor de este objetivo debería movilizarse la sociedad civil, de la misma forma que lo ha hecho con el transporte aéreo.El grupo pretende convertirse en una plataforma de opinión. De momento lo forman Luis Barca, expresidente del Club Marítimo; Javier Hernández, de Ribera del Puerto; Javier Pujol, regatista; Javier Sintas y Carlos Ferrer. Atribuyen a Autoridad Portuaria la principal responsabilidad en el declive del puerto, por "su mala gestión" en las concesiones para amarres y en las terrazas, "que llegan a pagar 6.000 euros al año por 16 mesas en verano y 4 en invierno".

Los grandes yates que hace unos años tenían su base en Maó se han ido a otros puertos, como los de Grecia, tres veces más económicos. Ahora, en el Moll de Llevant, y con precio de oferta el coste anual para tener amarrada una embarcación de 48 metros es de 4.800 euros. En la Ribera Norte la tarifa actual es de 0,1040 euros por metro cuadrado y día y Ocibar aplica un 50 por ciento de descuento. Con la nueva concesión la tarifa pasa a 0,35 euros. El coste anual máximo para un yate de 48 metros ascenderá a 6.138 euros.