Aljibe. Bajo estos bancos de hormigón se encuentra el gran aljibe con capacidad para mil toneladas de agua - Cris

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El famoso Plan E sembró los municipios de Menorca de todo tipo de obras. Algunas de ellas transformaron vías y calles, mientras que otras pasaron más desapercibidas. En Ciutadella, una de estas actuaciones tuvo su principal actuación bajo tierra, y por lo tanto, apenas se notó a ojos de la ciudadanía. Se trata de la zona verde ubicada frente a la calle Oristano, junto al cementerio antiguo.

Con el Plan E, se invirtieron 150.000 euros para adecentar un espacio desordenado y convertirlo en una zona verde. Con el dinero, se sembraron unos cuantos árboles y se ordenó un poco la zona, pero la principal actuación consistió en la construcción de un gran aljibe bajo tierra, con capacidad para mil toneladas de agua. En su día, se aseguró que el agua que se recogiera serviría para el riego de zonas verdes municipales. A día de hoy, el aljibe no se utiliza, y el agua que se recoge en él va a parar al Canal Salat y de allí, al mar.

"Era un proyecto innecesario, para el que no se consultaron a los servicios técnicos del Ayuntamiento sobre si se utilizaría una instalación de este tipo", explica Juana María Pons, concejal de Gobernación de Ciutadella. De hecho, en el aljibe todo está a punto para que el agua se pueda utilizar, explican fuentes técnicas consultadas por este periódico. Se dispone de una bomba para extraer el agua y un grupo electrógeno para hacerla funcionar. El problema es que quienes podrían utilizar el agua acumulada en el aljibe tienen otros puntos más cómodos y prácticos a los que acudir para aprovisionarse.

El agua que se acumula en el aljibe no es apta para el consumo humano, según reconocen los técnicos consultados. Así, hay dos funciones que podría cumplir: el riego de zonas verdes y la limpieza urbana. Para ambos casos, el caudal que se acumula en el aljibe sería perfecto, pero la alternativa al aljibe es más práctica y cómoda. Es el pozo de Ses Truqueries, una instalación municipal cuya agua no se puede beber por su elevada carga de nitratos, pero en cambio sí es muy buena para el riego precisamente por la presencia de estos elementos. "Hay alternativas que ya funcionan y que técnicamente son más cómodas", apuntan a este periódico desde los servicios técnicos municipales.

Es decir, no existe por ahora ningún interés en aprovechar el agua del aljibe. De este modo, la única función que cumple esta infraestructura es la de contener el caudal de agua que, desde el Camí Vell y la calle Oristano, van a parar al Canal Salat. Esta agua reposa primero en el aljibe, y desde allí va a parar al Canal Salat más dosificada. "Esto demuestra que el dinero que se gastó en esta instalación se podría haber destinado a otros fines, por ejemplo a acondicionar mejor la zona verde de sus alrededores", apunta la concejal Juana María Pons.