Paredes derribadas. Según denuncia la propiedad del predio, la concesionaria de las obras derribó los muros con maquinaria pesada, por lo que el payés ha tenido que improvisar cerramientos para evitar que las 130 vacas de la finca puedan desperdigarse. Hace un año que terminó de instalarse la tubería y los daños siguen sin repararse. - Cris

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La actividad agrícola en Son Olivaret Vell, en Ciutadella, no ha vuelto a ser la misma desde que la maquinaria pesada entrara en la finca para instalar una tubería de la planta desalinizadora. La propiedad del predio denuncia daños y desperfectos de envergadura que no han sido reparados pese a existir el compromiso de la UTE formada Pridesa y Tolo Pons de dejar los terrenos en su estado original tras la obra.

Los perjuicios ocasionados, según los dueños de la finca, están motivando pérdidas económicas en la explotación agraria. La propiedad de Son Olivaret Vell ha cifrado en 35.000 euros el coste de las reparaciones que quedaron pendientes y las compensaciones por pérdidas económicas en un predio con 130 vacas.

Los hechos se remontan a diciembre de 2010. La propiedad de Son Olivaret Vell firmó un convenio con la empresa adjudicataria de la construcción de la planta desalinizadora de Ciutadella. Mediante el acuerdo se constituyó un derecho de servidumbre voluntaria de acueducto para que la UTE pudiera instalar una canalización por terrenos de la finca que permitiera el abastecimiento de la planta desalinizadora hasta Cala en Bosc. La propiedad otorgó el permiso para la instalación de la tubería en un recorrido de más de medio kilómetro de longitud. A cambio, la UTE concesionaria abonó 16.029,79 euros en concepto de contraprestación por la servidumbre.

A través del acuerdo, firmado por las dos partes ante notario el 16 de diciembre de 2010, el concesionario se comprometía a una serie de compensaciones. En concreto, a hacerse responsable "de los daños y perjuicios que afecten a las personas o cosas como consecuencia de las obras realizadas en la finca y a restablecer la finca a su estado original en el menor tiempo posible". En el caso de la reposición de las conducciones de riego de la finca "si es posible, se realizará en el plazo de 24 horas", se concretó en el convenio. Asimismo, incluía el compromiso del concesionario que "se obliga a restituir los terrenos afectados por las obras al estado en que se encuentran, reconstruyendo los muros que sufran algún desperfecto, así como los elementos auxiliares existentes. Todas las obras de reconstrucción serán a cargo del concesionario".

No obstante, según la propiedad de Son Olivaret Vell todos estos compromisos han sido incumplidos por parte de la UTE de Pridesa y Tolo Pons. Tras las obras, los dueños de la finca dieron un margen de confianza esperando que la concesionaria cumpliera con el acuerdo y reparara los desperfectos en la finca. Sin embargo, el pasado mes de julio la propiedad optó por realizar un reportaje fotográfico sobre el estado en que había quedado el predio y denunciar los hechos ante el Ayuntamiento de Ciutadella, el Consell insular y el Govern balear. Desde entonces, los propietarios no han obtenido ninguna respuesta y cuestionan que la planta desalinizadora pueda ser recepcionada si no se reparan los daños.