Parcelas. Algunos bienes inmuebles de empresas del ramo salen a subasta por problemas de liquidez - Gemma Andreu

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El Juzgado de lo Mercantil número 2 de Palma ha dictado, a instancias de Transports Sardo SL y Repma Mallorca SL, auto de declaración de concurso necesario abreviado de acreedores de la sociedad Kentucky Develops, coadministrada por los industriales José Palliser (50 por ciento) y Antoni Barber (50 por ciento). El Juzgado ha hecho ya el llamamiento a los acreedores para que comuniquen al administrador concursal, el abogado Ramón Clavel Vergés, la existencia de sus créditos. Transports Sardo SL y Repma Mallorca SL suministraban maquinaria a la cantera de Ets Aljubs, que explota la empresa controlada por Barber y Palliser.

Mientras Kentucky Develops vive agobiada por la situación económica y las denuncias por impago que han interpuesto contra ella varios de los transportistas que trabajaron en las obras del dique de Son Blanc, la compañía espera que el Govern dé luz verde al traslado de la planta de hormigón preparado existente en la factoría de Prefabricados Juan Palliser SA en Alaior hasta la finca de Ets Aljubs, en Ciutadella. Al margen de las razones de coste y eficacia -la empresa calcula que se ahorrará 200.000 euros al año en transporte-, lo cierto es que la decisión se produce solo meses después que el empresario Valeriano Allés denunciara el funcionamiento clandestino de la planta de hormigón líquido de Palliser a la entrada de Alaior. El empresario José Palliser niega, sin embargo, que la decisión de trasladar la planta hasta la finca propiedad de los hermanos Juan y José Triay tenga que ver con esta denuncia.

Como se recordará, Allés reiteró en abril del año pasado sus denuncias ante el Consell y el Ayuntamiento de Alaior por el funcionamiento presuntamente ilegal de la planta. Las denuncias se remontan al 2009, pese a lo cual el gobierno socialista de Alaior se resistió a ordenar el cierre temporal de la instalación con la excusa de "preservar los puestos de trabajo" y "no incrementar el número de parados en el pueblo".

La autorización para el traslado de la planta situada en la Carretera Nova está en manos del Ejecutivo regional, una vez que la Junta de Gobierno Municipal de Ciutadella remitiera hace unos meses el expediente a la Comisión Balear de Medio Ambiente.

Con todo, y pese a afrontar un concurso de acreedores, la voluntad de los administradores de Kentucky es continuar adelante con la actividad. La situación es complicada para todas las empresas que trabajan en el sector. Industrial Menorquina de Prefabricados (Impresa), que durante la década dorada de la construcción (1998-2008) facturaba anualmente entre 4 y 5 millones de euros, ha visto como su facturación caía en picado, casi un 70 por ciento en los últimos cuatro años. La facturación de otra de las grandes empresas menorquinas del sector, Prefabricados Juan Palliser SA, ha caído a niveles parecidos, entre un 75 y un 80 por ciento, desde 2008, según admite a 'Es Diari' José Palliser Barber. Y es que, al menos a corto plazo, como afirma el propio empresario, no se ven visos de salida a la crisis que ha asolado el segmento del ladrillo.

Con el grifo de los bancos cerrado a cal y canto, ni la inversión pública, que debería ser, en principio, quien insuflara vida al sector, ni el dinero privado, asustado ante la magnitud de la crisis, parecen tener fuerzas suficientes para inyectar energías a un segmento mortecino, cuya caída libre no conoce, de momento, freno.

Subasta
A todo ello, los problemas se amontonan para algunas empresas históricas del sector, como ocurre en el caso de Impresa. Sobre todo, después que se haya conocido que el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Ciutadella subastará el próximo viernes diversos bienes inmuebles de la sociedad como resultado del procedimiento de ejecución hipotecaria instado contra la empresa por la entidad Caixabank SA. Los bienes que salen a subasta son cuatro parcelas urbanas de terreno edificable de 1.634, 1.650, 1.606,80 y 1.715,20 metros cuadrados en el Polígono Industrial de Llinàritx, tasadas conjuntamente en 1.570.000 euros, y una vivienda de tres plantas de 200 metros cuadrados de superficie en el casco urbano de Ciutadella, tasada en 280.549,45 euros.