Elaboración. Luis Riera y su mujer, Antònia Morlà, trabajan en equipo en el predio de Santa Catalina - Gemma Andreu

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Luis Riera Caules, es 'l'amo' de Santa Catalina en Maó, es maestro artesano y uno de los once payeses que venderá directamente parte de su producción, en su caso Queso Mahón-Menorca artesano, en la nueva agrotienda que hoy inaugura la Cooperativa Agrícola Sant Llorenç de Alaior en el Polígono Industrial La Trotxa. En su expositor pondrá a disposición del consumidor queso curado, semicurado, envasado al vacío, en cuña cortado en cuartos, quesos minis y hasta quesos de tres kilos, una amplia gama de opciones "para dar facilidades al cliente".

El payés de Santa Catalina tiene sobrada experiencia en la venta directa, de hecho habitualmente comercializa, con la ayuda de su mujer, María Antònia Morlà, parte de su producción en tiendas de toda Menorca. Dispone de una cartera de clientes que llega al centenar, y también vende queso a turistas y visitantes en el propio 'lloc'. "Sin mi mujer no hubiera conseguido nada porque es ella la que se encarga de la venta. Es un trabajo sacrificado porque hay que atender a los clientes a cualquier hora del día", reconoce y alaba el esfuerzo de la madona.

Para 'l'amo' de Santa Catalina, la nueva agrotienda que abre hoy la Cooperativa Agraria de Sant Llorenç no sólo es buena sino también necesaria. "Todas las alternativas nuevas son buenas en un momento como el actual y ésta lo es, no sólo para el campo sino para la Isla en general. El payés puede sacar su producto, puede venderlo y el cliente sabe que se lleva a casa un producto natural, hecho aquí", destaca, "además la idea que tiene la cooperativa de ampliar la venta a la hostelería y a hoteles también es muy buena, es moderna y necesaria porque si nos quedamos parados con esta crisis, no saldremos", añade. Luis Riera elogia el paso al frente dado por los responsables de la entidad, en especial por su presidente, Tomeu Pons Cardona al renovar la imagen y la filosofía de trabajo de la cooperativa en defensa del campo y de los asociados, y destaca el esfuerzo que están realizando sus trabajadores. "El precio de la leche está muy bajo y el queso es una salida más para los ganaderos. Creo que Menorca tiene uno de los mejores quesos de España pero debería promocionase mejor fuera", reflexiona. En su opinión, industrias como COINGA deberían implicarse más en esta tarea porque no sólo dispone de los medios necesarios sino la capacidad para comercializar el producto a mayor escala. "Aquí estamos estancados. El mercado es el que hay, es difícil ampliarlo más y eso lo pueden hacer fuera las grandes industrias", apunta.

Un oficio vocacional
El payés de Santa Catalina tiene 49 años y desde los 27 trabaja en el campo, "es vocación porque mi padre era comerciante de curtidos. Aprendí el oficio solo, a base de errores y aciertos", cuenta. Desde hace 19 años es 'l'amo' de Santa Catalina, un predio situado en la carretera que une Maó y Fornells, y actualmente cuenta con unas 70 cabezas de ganado, aunque ordeña una media de 40 a 50 vacas. Su cuota lechera es de 247.000 litros y toda su producción la destina a la elaboración de Queso Mahón-Menorca artesano. Suele elaborar unos 160 kilos de queso al día, lo que representa entre cuarenta y cerca de medio centenar de piezas cada jornada. Esperanza Florit, una trabajadora contratada, le ayuda en la elaboración de las 'fogasses'.

El 'lloc' dispone de un secadero en frío donde los quesos permanecen un mínimo de ocho semanas a una temperatura de 14 grados centígrados y una humedad del 80 por ciento, después son depositados en los secaderos naturales, donde personalmente voltea las piezas de forma periódica y las unta con una mezcla de pimentón y aceite. El tiempo que permanecen este lugar varía en función del grado de maduración que se desee, el semicurado sólo necesita dos meses, mientras que el curado debe tener más de cinco, y el añejo supera el año. "Me gusta mi trabajo", dice con satisfacción y aplomo.