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El Ayuntamiento de Ferreries ha decidido mantener la ubicación actual de su Casal de Joves, en la carretera general, por lo que está estudiando el coste que supondrá la insonorización del local para evitar las quejas vecinales que suscita la actividad del centro.

El concejal de Urbanismo, Vicent Coll, explicó que el equipo de gobierno ha descartado las alternativas que había sobre la mesa para trasladar este servicio juvenil a otro emplazamiento donde no provocara molestias. El principal motivo esgrimido para no atender otras opciones es el económico, ya que esperan resolver el problema con una actuación que requiera un gasto de unos 12.000 euros, bastante lejos de los cerca de 40.000 euros que costaba, por ejemplo, habilitar la antigua discoteca Zepelin. Aún así, la decisión no será firme hasta que "nos den garantías de que se eliminarán los problemas de ruidos", señaló Coll.

Por su parte, el concejal de Juventud, Josep Huguet, explicó que "ya hace tiempo" que se suceden quejas vecinales por el ruido provocado en el Casal de Joves. Recuerda que el centro se abrió en su actual ubicación de forma provisional a la espera de encontrar un edificio que reuniera las condiciones más oportunas para esta finalidad. Sin embargo, años después y vistas las dificultades para trasladarlo a otro lugar, el Consistorio ha considerado conveniente realizar las mejoras necesarias para que el local de la general siga albergando este servicio juvenil. "Es lo más razonable, lo más económico", apuntó.
obras

Huguet explicó que la intención es que se insonorice el local para evitar molestias al vecindario y, a la vez, se eliminarán las barreras arquitectónicas y se adaptaran los lavabos. El Ayuntamiento calcula que las obras requerirán "una inversión poco elevada".

Por eso, desde el equipo de gobierno consideran que los trabajos podrían estar hechos antes del verano.

En cuanto a la duración de las obras, el concejal de Juventud cree que será un periodo corto, por lo que no entorpecerá en exceso la realización de las actividades de la entidad. "Si conviene se podrán hacer actividades en el pabellón o se podrá organizar algo al aire libre, una excursión". Huguet se refirió también a la reducción del horario de apertura del local motivado por las quejas vecinales. Así, el Ayuntamiento decidió que la hora de cierre se avanzara de las 23 a las 21 horas. "Al no tener el local las condiciones necesarias, hemos tenido que adelantar el cierre". No obstante, el concejal asegura que el horario se restablecerá desde el mismo momento que esté hecha la reforma.

Por su parte, el concejal de la Entesa, Josep Carreres, considera que la mejor opción es la antigua discoteca Zepelin, local más grande que el actual y con los propietarios del cual ya había habido contactos. Y es que, para el exalcalde, en la ubicación actual será difícil eliminar los ruidos, puesto que también hay que tener en cuenta el que se produce a las puertas del local.