Variante. Las obras del viaducto de Sant Patrici están prácticamente finalizadas y los obreros se centran actualmente en la instalación del alumbrado y los guardarrailes - Gemma Andreu

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Las obras de la variante enfilan la recta final. Si se cumplen los plazos, los trabajos que ejecuta Ferrovial concluirán a principios de mayo. Las grandes estructuras están prácticamente finalizadas; el túnel, el viaducto de Sant Patrici, la rotonda de Cala Galdana y el viaducto cercano a la boca del túnel en sentido Maó.

Tan solo restan por concluir las obras que se realizan en la pérgola que recibirá a los vehículos que lleguen a Ferreries desde Maó. Los obreros han comenzado el desencofrado y dentro de unos días, los conductores podrán ver con mayor nitidez cómo quedará esta zona de la variante.

La estética ligera lograda gracias al hormigonado en curva ha supuesto una mayor complejidad constructiva pero a cambio dará mayor claridad al paso inferior. En el resto de la variante restan los últimos detalles de drenaje, concluir algunas canalizaciones, el cubrimiento de viales para vehículos no motorizados en ambos viaductos y el encachado de manpostería que embellece los taludes donde apoya el estribo de estos mismos viaductos.

Desde hace varios meses el trabajo a lo largo de los 4.806 metros de la variante es frenético. Según explica el director de obra, Rodrigo del Pozo, en la actualidad trabajan en la carretera cerca de 150 obreros en distintos tajos; estructuras, jardinería, asfaltado, alumbrado, montaje de guardarrailes, y embellecimiento de taludes, entre otros. La mayor parte de la nueva carretera, cuyo presupuesto de construcción es de 25,1 millones de euros, tan sólo está pendiente de la última capa de asfalto, es decir, la de rodadura, y el pintado.

El dibujo de la variante ya es perfectamente nítido y se integra sorprendentemente en el paisaje gracias a la revegetación de las zonas afectadas. Mediante las técnicas de la hidrosiembra y la hidromanta, los taludes y desmontes, hasta hace poco fríos y descarnados, lucen una gran frondosidad.

En las zonas con menor pendiente se ha empleado la técnica de la hidrosiembra, la inyección en el terreno de una cubierta vegetal, mezcla de semillas y abonos y agua que ayudan a consolidar los taludes.

En lugares más verticales, como los que se dibujan sobre las dos bocas del túnel, se ha utilizado la técnica de la hidromanta. En este caso, además de la siembra de semillas (siempre autóctonas) se incorporan unas fibras biodegradables para una mayor fijación del terreno. Incluso, en esta zona se han construido varias terrazas a base de 'paret' seca y plantado varias especies de arbustos para dar mayor sujeción al talud y disimular, mediante esta pantalla vegetal, el tajo dado a la montaña.

En total está prevista la plantación de 9.000 árboles y arbustos y la construcción de ocho kilómetros de 'paret seca' a lo largo del trazado. Según explica el director de obra, la mayor parte de este último trabajo de embellecimiento está concluido. En algunos momentos se han llegado a contratar a unas 30 personas para realizar esta labor.