Presidente. Carlos Febrer regenta una ferretería en el casco antiguo - Cris Llufriu

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Se estrena como cabeza visible del Centre Comercial Obert de Ciutadella, que aglutina a más de un centenar de establecimientos del centro histórico de la ciudad. Carlos Febrer Benejam (Ciutadella, 1970) también es un pequeño empresario. Regenta la ferretería Fil de Ferro en la Plaça Federico Pareja. En junio se cumplirán cuatro años de cuando tomó las riendas de este pequeño negocio de barrio. Conoció la asociación Ciutadella Antiga cuando cogió la tienda. El antiguo propietario ya era socio de la entidad, y al conocerla, Carlos Febrer consideró que era un proyecto positivo al que debía sumarse. "La unión hace la fuerza, y los pequeños comerciantes debemos proteger lo nuestro, no solo el pequeño comercio, sino también el centro de la ciudad. Uno solo no hace nada", asegura.

¿Con qué ganas y ánimos toma el relevo de Cristina Villalonga, la presidenta del CCO en los últimos dos años?
Con la ilusión de hacerlo lo mejor posible, con ganas de aportar ideas y de escuchar las de los demás. Entre todos debemos ser capaces de decidir lo más conveniente para el Centre Comercial Obert de Ciutadella.

¿También es un momento difícil para el pequeño comercio del centro de Ciutadella?
Nos toca una época no muy buena, de la que se resiente todo el mundo. Ahora es cuando hay que trabajar desde la entidad, con lo poco que tenemos, para reactivar el pequeño comercio.

¿Han bajado la persiana muchos?
Hay que tener en cuenta que algunos establecimientos sólo abren durante la temporada turística, también ha habido algún cierre por jubilación y otros que por la situación se han replanteado seguir teniendo abierto. Pese a todo, también se ha registrado la apertura de nuevos negocios. Hay empresarios atrevidos y valientes, es la gente que necesitamos en estos tiempos.

La reciente ampliación de los amarres en el puerto de Ciutadella o la posible llegada de cruceros, ¿son salidas para dinamizar el comercio del corazón de la ciudad?
Todo lo que sea incentivar el turismo es positivo para el centro y para todo el pueblo. Todos queremos que haya trabajo. Creo que son iniciativas positivas y agradecemos el esfuerzo del alcalde para atraer la llegada de los cruceros a la ciudad. La intención está ahí, pero falta la llegada de la inversión que permita la instalación de los duques de alba en el dique. Hace falta tener instalaciones preparadas porque en Ciutadella tenemos mucho por ofrecer.

El Ayuntamiento está abordando la revisión la ordenanza de ocupación de vía pública y están abiertas las reuniones con los sectores afectados, el asunto despierta opiniones encontradas. ¿Cuál es la postura de Ciutadella Antiga?
Hay que diferenciar la ocupación de vía pública de comercios y de las terrazas de cafeterías, bares y restaurantes. Nuestra entidad aglutina todo tipo de establecimientos. No estamos en contra de la ordenación de la ocupación, el que sí nos gustaría es que se llegue a un consenso para que las medidas sean duraderas. Lo que hace daño son los continuos cambios que ha habido en la normativa: ahora toldos, ahora sombrillas... Por eso es importante el consenso, para que la ordenanza dure. Lo que sí pedimos es que se nos escuche y que podamos aportar nuestra opinión. Tiene que haber cabida para la actividad empresarial en el centro y compatibilizarla con la protección del casco histórico. Debemos conseguir un centro atractivo, donde apetezca pasear y comprar.

El Ayuntamiento ha establecido la "ITV" de edificios antiguos, y muchos comerciantes que son propietarios del local, estarán obligados a realizar la inspección, ¿cómo ha sido recibida la medida por vuestro colectivo?
Es un gasto más que deberemos asumir. Eso sí, nos gustaría que los primeros que tuvieran que pasar esta inspección fueran los edificios cerrados, abandonados y en visible mal estado. Tendrían que ser prioritarios antes que una tienda que está abierta y en condiciones para atender la clientela. Que se demuestre que no sólo es una medida recaudatoria, que tenga una utilidad para los edificios abandonados. Luego, poco a poco, la podrían pasar el resto de edificios, porque no nos negamos a la medida.

(Entra una señora mayor en la ferretería, le pide consejo sobre la cerradura de la puerta de su casa. Sale satisfecha. Luego entra un chico joven para hacer una copia de la llave del candado de la bici. Carlos Febrer no duda en salir fuera de la tienda para comprobar "in situ" que la nueva llave funciona. Al siguiente cliente, tras atenderle, le pregunta por su hija, que trabaja fuera de la Isla. Se nota que cuida a la clientela).

Acaba de personificar el trato personal del que presume el pequeño comercio, ¿es así?
Es nuestro valor añadido. Los comercios del centro de Ciutadella más que clientes tenemos vecinos. No sólo pensamos en hacer negocio, pensamos en el cliente, que sea bien atendido y se vaya satisfecho. La atención personalizada es muy importante.

¿Es este trato lo que no tienen las grandes superficies?
Seguramente.

¿Perjudican los grandes al pequeño comercio?
A todo el mundo le gusta ir a una gran superficie comercial. Atraen a la gente y generan movimiento de clientes. Pueden beneficiar a los pequeños comercios de alrededor, pero también pueden resentir a otros. Son como un arma de doble filo. Ahora bien, los ingresos de las cadenas, sobre todo foráneas, repercuten poco en la Isla y las condiciones de la plantilla pueden ser diferentes a las de un pequeño comercio. Las grandes superficies pueden beneficiar o perjudicar, según como se mire.

Ahora toca el eterno problema, sin resolver, de la falta de aparcamientos próximos al centro urbano, ¿cómo se puede solucionar?
¡Es tan complicado que invito a la gente a que coja la bici! (ríe). Nuevos aparcamientos no harían ningún mal, al contrario. Hay que crear plazas próximas al pequeño comercio. Se supone que cuando se lleve a cabo el parking subterráneo del OAR tendremos una gran bolsa de aparcamiento cerca del núcleo antiguo. El Centre Comercial Obert está pensado para que la gente deje el coche, pasee y compre. Somos el llamado comercio de proximidad.

¿Cuáles son los desafíos de Ciutadella Antiga?
Adaptarnos al contexto económica y tener más imaginación que nunca para impulsar campañas más económicas y más atractivas para el ciudadano.

¿Y cuál es su sueño para el núcleo histórico y comercial de Ciutadella?
Me gustaría ver un centro bonito, precioso... ¡Y lleno de gente!