A pares. El pasado verano, en pleno mes de agosto, se captó la imagen de los dos petroleros en el puerto, uno en descarga y otro en tránsito - J.B.

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La entrada de petroleros en el puerto de Maó se ha reducido en 43 buques en los últimos cinco años, no sólo debido al cambio de ubicación del punto de descarga de combustible, de Cala Figuera a la Base Naval, que permite la entrada de barcos con mayor capacidad, sino también por un acusado descenso en el consumo de combustible debido a la pérdida de actividad económica en Menorca. Así, mientras en 2007 se contabilizaron 54 petroleros, cifra que se mantuvo en 2008, año de inicio de la crisis, en los ejercicios sucesivos la curva ha sido descendente, con 50 buques en 2009 y 15 en 2010, cuando se hizo efectivo el traslado de la descarga a la Base Naval.

Durante el año pasado, según la estadística de Autoridad Portuaria, el número de petroleros fue once; el cambio del buque "Mar Rocío", de 114 metros de eslora y un arqueo de 4.231 toneladas, por el "Tinerfe", de 144 metros y 11.290 toneladas de capacidad, posibilitó la reducción del número de buques que entran en la rada mahonesa. Además, según apuntó el ente portuario, el problema de Cala Figuera era la falta de capacidad de almacenaje, lo que obligaba en temporada alta a recibir un barco cada tres o cuatro días, mientras que los depósitos de CLH en el Aeropuerto son de mayor tamaño.

Riesgos
El descenso en el número de petroleros no se traduce sin embargo en una mayor tranquilidad por parte de los vecinos que residen en las proximidades del puerto ni del colectivo de empresarios que tienen sus negocios en la zona. La sensación de peligro se mantiene, y las cifras de barcos que transitan en las aguas de Maó difieren al alza con las ofrecidas por Autoridad Portuaria. Si bien es cierto que la estadística oficial no incluye los barcos que se dirigen directamente a realizar la descarga de fuel para la central eléctrica de Endesa, que según fuentes vecinales fueron 17 el año pasado.

Entre los petroleros que descargaron en la Base Naval y los que lo hicieron en la central sumarían una treintena de buques que, en momentos punta del verano, han llegado a coincidir en el puerto. La deseable recuperación económica, que traería consigo un incremento en el consumo de combustible para la industria y la automoción, supondría un aumento del número de buques que descargan en la Base Naval, algo que, por motivos de seguridad, los vecinos ven cada día con más recelo.

El traslado de la descarga desde Cala Figuera a 'S'Altra Banda' se tomó, por parte de Autoridad Portuaria, en contra de la opinión mayoritaria del Consejo de Navegación durante el pasado mandato municipal, bajo gobierno de la izquierda. Ahora, hay empresarios de la zona que recuerdan al Partido Popular su promesa electoral de no abandonar la idea de instalar la descarga fuera del puerto de Maó. Sin embargo, hasta ahora ha primado el coste económico sobre el posible riesgo y todas las opciones planteadas, como parte del Plan Director, suponen una inversión demasiado elevada dada la reducción del tráfico de buques, según argumenta Autoridad Portuaria.