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Soy Ana Galindo Ortega, tengo 31 años y soy de Salobreña, Granada. Desde hace cuatro años vivo en Ciutadella con mi pareja, Joan, con quien tenemos un hijo, Marc. Estudié Documentación en la Real Universidad de Granada, y aunque me gustaría, ahora mismo no estoy ejerciendo la profesión. Dedico todo mi tiempo libre a mi hijo.

¿Qué le lleva a estudiar documentación?
Yo en realidad no quería estudiar Documentación, quería hacer Magisterio. Pero como hice la selectividad en septiembre ya no pude entrar en Magisterio, empecé la otra carrera para cambiarme después del primer año, pero me gustó tanto que decidí acabarla. Documentación me enganchó.

¿Qué le enganchó?
El mundo de los libros, los incunables, la restauración.

¿Y que es lo que más le gusta de esta disciplina?
Los archivos. Las empresas no sienten la necesidad de archivar documentos, de clasificarlos, pero es muy importante. Sólo las empresas grandes y las multinacionales cuentan con departamentos de documentación, donde lo archivan todo.

¿Así la salida profesional de un documentalista se reduce al ámbito público?
Básicamente sí, en archivos municipales, bibliotecas o dedicarse a la administración. También en Sanidad está todo el tema de documentación y expedientes.

¿Qué es lo más importante cuando se trabaja con material antiguo?
Lo importante de trabajar con documentos antiguos es saber conservarlos y esa es una deficiencia muy frecuente. Muchas veces los documentos están mal conservados, llenos de polvo, con grapas, su óxido, con humedad que se los come. Hay poca conciencia de lo importante que es tener una buena conservación y más hoy que existe el soporte digital.

Imagino que no es lo mismo trabajar con un documento escaneado que con un original...
Claro, los originales tienen un encanto que no tienen los otros, además del valor y la presión que supone tener esos documentos en las manos. No se pueden tocar de cualquier manera, hay que tratarlo con mucho cariño.

¿Qué tipo de documentos son los que más le han impresionado?
Los incunables. En la facultad teníamos acceso a unos documentos a los que normalmente la gente no tiene acceso. Y eso es como un privilegio, porque ves documentos históricos.

¿Hay algún lugar de Menorca donde le gustaría trabajar?
Me encantaría trabajar en el Arxiu Municipal de Ciutadella. Creo que Ciutadella tiene un patrimonio documental importantísimo. La verdad es que no he estado nunca, pero por lo que sé tiene que ser fantástico poder trabajar con todo ese material.

Trabajar en un lugar así permite hacer investigación...
Sí, puedes investigar tú y también sacar información para investigadores. Allí hay muchísima información y es importante poder darle difusión.