Especie. El cetáceo, de unos diez metros de longitud y de más de diez toneladas, fue trasladado ayer por la mañana hasta el muelle de Na Macaret creando expectación - Carles Mascaró

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La coexistencia de administraciones públicas en un mismo ámbito se convirtió ayer en un quebradero de cabeza para quienes tuvieron que decidir cómo retirar el cetáceo aparecido el jueves muerto en S'Illa Gran de Port d'Addaia, en Es Mercadal.

Las competencias en materia marítima pueden llegar a implicar al Gobierno del Estado, Consell y ayuntamientos en un mismo territorio y si el asunto pasa de los papeles a los hechos, es cuando llegan los líos. Y el hallazgo de la ballena se topó, por un lado con lo atípico del caso y, por otro, con la complejidad de saber a quien le competía su retirada por la inexistencia de un protocolo.

El cetáceo fue detectado el jueves en Sa Illa Gran. A primera hora de la mañana de ayer la Dirección General de Emergencias en colaboración con la barca de Salvamento Marítimo comenzó los trabajos de arrastre de la ballena muerta, una tarea nada fácil a causa de las dificultades por desencallarla de la zona donde se encontraba. El cuerpo del animal fue remolcado hasta el muelle de Na Macaret. El fácil acceso al cadáver del cetáceo originó la presencia de numerosos curiosos que no quisieron perderse una estampa como aquella. Pero, una vez allí, ¿quién se encarga de su retirada? El Consell fue quien tomó la iniciativa de coordinar la situación y buscar soluciones al respecto. No obstante, las tareas contaron, según fuentes de la institución insular, con el consenso de todas las administraciones implicadas.

Se trata de un rorcual común, el segundo animal de mayores dimensiones del planeta que pueden llegar a alcanzar los 27 metros. Aun así, el cetáceo hallado en Menorca mide unos diez y su peso oscila entre las trece y las quince toneladas. El animal podría haber fallecido por un colisión con un navío aunque la causa más probable que barajan los técnicos es la muerte natural por no percibirse ningún golpe que certifique su fallecimiento por otros motivos. Se calcula que el cetáceo podría llevar un par de semanas inerte y que ha sido, probablemente, la corriente la que lo ha arrastrado hasta la costa isleña.

Hundimiento del cetáceo

Según explicaba ayer el conseller de Cooperación Local, Deportes y Vivienda, Juan José Pons, y tras sopesar las diferentes opciones de retirada del cetáceo, la decisión elegida fue la de su hundimiento en alta mar que se llevará a cabo esta mañana. El cuerpo del animal fue trasladado ayer por la tarde por la embarcación de Salvamento Marítimo hasta una cala donde los agentes del TEDAX de la Guardia Civil prepararon al animal. Esta mañana va a ser arrastrado hasta alta mar donde será sumergido. "Puede que con abrirlo sea suficiente aunque lo más probable es que sean necesarias las detonaciones para conseguir el objetivo", apuntaba ayer Juan José Pons.

Ésta es la solución "más óptima, viable y económica", comunica Pons. Su traslado por carretera hasta la planta de Milà planteaba diversos problemas. Por un lado, la complejidad de sacar el animal del muelle de Na Macaret, que según parece el peso de un camión con el tonelaje de la ballena podría hundir la plataforma. Por otra, las dificultades de su traslado por carretera que probablemente causarían inseguridad en el vial por la cantidad de grasa que desprenden estos animales, además de su inviabilidad a nivel medio ambiental. "Sus dimensiones también dificultarían los trabajos de incineración en Milà", puntualiza el conseller. Aun así, Pons señala que para avanzar en esta iniciativa han sido necesarios diversos trámites y permisos para contar con la autorización de todas las administraciones implicadas. Para Pons, la buena coordinación ha permitido encontrar una solución a esta situación en sólo unas horas.

Los vecinos no pudieron más que caer en la tentación de visitar el rorcual común que yacía inerte en aguas de su puerto. Bernat Melià, no entendió porque el aparcamiento estaba tan al completo por lo que bajó a descubrir qué estaba ocurriendo. "Me he sorprendido de sus dimensiones". Por su parte, Mercè Piqué, había llegado ayer mismo a la Isla para visitar a sus familiares cuando, al conocer de la presencia del cetáceo "no dudamos en venir". Fue también una atracción entre algunos turistas del IMSERSO que se pararon a fotografiar el animal tras un paseo por la urbanización. Y no fueron los únicos, unos pasajeros que viajaban en autobús pararon en la bocana de Addaia para no perderse la estampa.