Pau Seguí. "Las únicas ilusiones que hemos de permitirnos son las que podamos pagar", dijo en el Ateneo - Javier

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Escuchar a Pau Seguí describiendo el panorama económico no invita al optimismo, pero lo importante es si tiene o no razón en su diagnóstico. "Nunca habíamos vivido 14 años de bonanza, muchos nuevos empresarios no sabían lo que era una crisis, y por ello las consecuencias tan negativas han creado desconcierto", afirmó el secretario general de PIME en la tertulia del Ateneo del pasado martes.

"No tenemos capacidad para devolver todo el dinero que debemos", afirmó. Explica que la deuda pública representa un 70 por ciento del PIB, pero que la deuda privada, la personal, de las empresas y de los bancos, asciende al 330 por ciento del PIB español. "Es un disparate enorme y viviremos para pagar deudas durante muchos años". La situación insostenible del sistema financiero, "que es el sistema sanguíneo de la economía", ha contado con la ayuda del BCE y del Estado. "Ese apoyo, a menudo criticado, es necesario porque significa ayudar a la sociedad". Pone como ejemplo que en enero el índice de morosidad alcanzó el 7,9 por ciento. "Antes con un 5 se entraba en quiebra", comentó Seguí.

El secretario general de PIME analizó la situación internacional. Apuntó que el primer país que incumplió el límite de déficit público que se definió en Maastricht fue Alemania y después Francia.

El ponente del Ateneo aplaude la apertura por parte del Gobierno de una línea de crédito ICO para que los ayuntamientos paguen las deudas a sus proveedores. Más de 9.000 millones de euros esperan esta financiación. Pau Seguí destaca sobre todo que el Ministerio de Hacienda imponga condiciones de control imprescindibles. La lista de facturas debe ser certificada por el interventor y aprobada por el pleno, con responsabilidad personal de los concejales. El plan de ajuste ha de seguir el modelo de Hacienda y este plan se impondrá sobre los presupuestos de cada año. Conclusión, los ayuntamientos acogidos a esta línea ICO- en Menorca, todos- no tendrán capacidad de endeudarse y de desarrollar obra pública.

El abogado está convencido que uno de los grandes problemas son las autonomías porque "no hay forma legal posible de ponerles el lazo para que cumplan los objetivos de déficit". Cataluña es un ejemplo, "pero ya verán lo que pasará con Andalucía".