Agua y sol. Debido a las condiciones meteorológicas de este invierno, las playas poseen más arena y una limpieza que no deja de sorprender. Eso, sumado al tiempo que hace últimamente, invita a tomar el sol o darse un baño. - Carlos Quetglas

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Cualquiera que mire las fotografías de estas dos páginas estará de acuerdo con que las playas menorquinas invitan a darse un buen chapuzón y es que, a pesar de que el agua todavía está fría, estos maravillosos rincones se encuentran más que a punto para disfrutar de ellos, no solo por su limpieza, también porque la meteorología acompaña.

Las playas de Sant Tomàs, Sant Adeodato o Binigaus, por ejemplo, gozan de arenales como hacía años que no se veían. Así lo afirma el corresponsal Joan Janer, quien asegura que la persistencia de temporales del norte, con la tramontana, hace que las playas ganen arena. Explica Janer que solo hay que recordar cómo hace años se tuvo que recurrir a tirar arena para recuperar algunas zonas, "cuando se ve que es la propia naturaleza quien la quita y la pone".

El caso es que, por mucho que nuestro principal producto turístico no tenga nada que envidiar al Caribe, no se espera que vayamos a recibir demasiados visitantes esta Semana Santa. Tal como explica el presidente de la Asociación Hotelera de Menorca (ASHOME), Joan Melis, es una cuestión de fechas. "Este año la Semana Santa cae a principios de abril, por lo que hay muchos hoteles que deciden no abrir. Supondría tener algo de trabajo estos días para después tener un bajón durante varias semanas hasta el inicio de la temporada", comenta.

De hecho, durante la Semana Santa de 2011 hubo 63 establecimientos abiertos, lo que representa 8.260 plazas (un 16 por ciento del total que ofrece la Isla). En 2012 tan solo se contará con veinte hoteles abiertos, contando aquellos que trabajan con el Imserso y los de ciudad, en total unas 3.990 plazas (ocho por ciento del total).

"El año pasado, Semana Santa cayó en la segunda quincena de abril, fechas que coinciden con que muchos hoteles ya están prácticamente listos para abrir en mayo, por lo que no queda ningún bache entre los dos meses", explica Melis.

Por otro lado, el presidente de ASHOME también cree que la situación del transporte aéreo no ayuda. "Hay que tener en cuenta que en estas fechas el turismo que viene es nacional. La gente organiza los viajes con tiempo para buscar ofertas, y más con los tiempos que corren. No tener conexión con Madrid hace daño. Por mucho que se ponga un refuerzo a principio de temporada, todo sigue muy ambiguo. Los hoteles se esfuerzas en ofrecer precios competitivos pero si lo del transporte no se resuelve, no hay nada que hacer".

Melis asegura que existe cierta preocupación ya que, si no fuera porque los touroperadores intervienen, la situación sería muy delicada. "Más que la Semana Santa, que tampoco suele traer grandes cifras de turistas, lo que me preocupa es junio y agosto, cuando el principal mercado es el nacional", concluye.