CIERRE. La huelga obligó a cerrar algunos servicios, como esta oficina - Gemma Andreu

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Los trabajadores de los ocho ayuntamientos de la Isla y del Consell se sumaron ayer de manera desigual a la huelga general. Así, el seguimiento medio de la protesta fue de un 19 por ciento, según los datos oficiales recopilados por este periódico de las ocho instituciones, es decir, prácticamente uno de cada cinco trabajadores no acudió ayer a su puesto de trabajo.

La situación, no obstante, es bastante desigual según cada administración. Así, en el Consell la huelga fue seguida precisamente por el 19 por ciento de la plantilla, es decir, por 79 de los 468 trabajadores públicos. Un paro que, según la vicepresidenta Pilar Pons, "no ha tenido un gran seguimiento entre los trabajadores de la institución, lo que ha permitido que la jornada transcurriera con absoluta normalidad".

En el Ayuntamiento de Ciutadella, el seguimiento del paro fue muy similar al del Consell, según los datos oficiales, y se situó en un 16 por ciento.

En cambio, en el Ayuntamiento de Maó, la mitad de los trabajadores que podían hacer huelga y no estaban obligados a prestar servicios mínimos se sumaron al paro. Esto provocó, según el teniente de alcalde Salvador Botella, que algunas áreas quedaran prácticamente paralizadas. En Ferreries el seguimiento también fue importante, del 41 por ciento del total de la plantilla.

Muy diferente fue el panorama en ayuntamientos como el de Alaior, Es Mercada o Es Migjorn Gran, donde los trabajadores que se sumaron a la huelga se podían contar con los dedos de una mano. Alaior fue el municipio con menor seguimiento de la huelga entre los trabajadores municipales, solo un 1,4 por ciento. En estos consistorios, aseguraban sus alcaldes, la incidencia de la huelga ha sido mínima, y solamente se han notado los efectos en algunos de los servicios contratados a empresas externas por parte de los ayuntamientos, como pueda ser el de la limpieza en Es Mercadal.

Los partidos de la izquierda no asisten a varios plenos

CCOO y UGT consiguieron ayer que la convocatoria de la huelga general no pasara desapercibida en el Ayuntamiento de Es Castell. Una docena de miembros de ambos sindicatos irrumpieron de forma pacífica en el salón de actos, mientras se celebraba la sesión plenaria de las 13 horas.

Un grupo de manifestantes, encabezado por los líderes Ramon Carreras y Servando Pereira, se situó en la zona comprendida entre los asientos de la sala y la mesa de plenos y, acto seguido, desplegó una gran pancarta contra la reforma laboral, que fue exhibida durante el tiempo que duró el pleno.

Concluida la sesión, Carreras y Pereira expusieron al alcalde Lluís Camps su rechazo a la reforma laboral, mientras que éste defendió las medidas de Gobierno del PP.

Los concejales del PSOE, EM-EU y PSM-EN no asistieron al pleno en protesta por haberse convocado el mismo día de la huelga general.

En Ferreries, los ediles del PSOE y Entesa tampoco asistieron a la sesión plenaria que se celebró ayer noche, al igual que hicieron los partidos de izquierda en el Ayuntamiento de Sant Lluís. En Es Migjorn el PSOE fue quien convocó el pleno.