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Una semana antes de que el Consejo de Europa hiciese público el documento "Gobierno local en tiempos críticos: políticas para la crisis, la recuperación y el futuro sostenible", Cesuras y Oza dos Ríos abordaban en sendos plenos la primera fusión municipal de la democracia española, punto de partida de un proceso "irreversible" en Galicia, a juicio de Diego Calvo, presidente de la Diputación de La Coruña.

Estos dos pueblos coruñeses se adelantaban así a una propuesta comunitaria que aconseja la unión de municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes, medida que contribuiría a la optimización de recursos y a la racionalización del sector público. La recomendación viene ligada a la crisis económica y a las reformas impulsadas por algunos países europeos para reducir su estructura municipal.

Según los datos del padrón (los últimos publicados por el Instituto Nacional de Estadística datan de 2011), seis de los ocho municipios menorquines- Alaior (9.600 habitantes), Es Castell 7.990), Es Mercadal (5.408), Es Migjorn (1.526), Ferreries (4.717) y Sant Lluís (7.377)- estarían en la categoría de "fusionables" para el Consejo de Europa. Sin embargo, los supuestos son una cosa y los sentimientos otra bien distinta. Sólo uno de los cuatro alcaldes con los que el "Menorca" pudo contactar para la elaboración de este reportaje se mostró favorable a una hipotética fusión.

"Sí, en según que condiciones podría ser conveniente fusionarse porque yo supongo que sobran la mitad de los ayuntamientos y los contribuyentes cada día son más conscientes de que esto es un disparate", reconocía Lluís Camps. El alcalde de Es Castell añadía que encontrar la fórmula que permita mantener la identidad de cada pueblo a fusionar pero con una única estructura "es complicado", algo compartido por sus colegas de Sant LLuís y Es Mercadal.

"No me había planteado nunca esta opción y creo que habría muchas cosas a estudiar, entre ellas la existencia de mayor o menor deuda en los diferentes ayuntamientos, antes de llevarla a cabo", opinaba Cristóbal Coll, primer edil "santlluïser". "Nada es imposible pero lo veo muy difícil", sostenía Francesc Ametller, quien, sin embargo, no contemplaba la fusión para Es Mercadal. "Nuestro ayuntamiento no necesita fusionarse, el municipio es grande y tiene bastante población. Otra cosa es que otro municipio lo dijese y se pudiese hablar".

Tampoco esta recomendación es bien vista en Es Migjorn. "Nosotros nos separamos de Es Mercadal en 1989 y llevamos sólo 23 años como municipio independiente. De cara al ciudadano plantear una cosa así podría ser problemático porque el ayuntamiento es la administración más cercana y en nuestro caso los servicios se prestarían en Es Mercadal o Ferreries", explica Pere Moll.

Para el alcalde migjorner "hay otras soluciones, como aligerar plantillas o mancomunar servicios, para conseguir que los ayuntamientos funcionen mejor". Moll recuerda que Es Migjorn y Ferreries ya optaron por esta solución para la recogida de residuos y reclama por una similar para otros servicios como el abastecimiento de agua. "Debería crearse un consorcio entre todos los ayuntamientos de la Isla y el Consell porque dependemos de un Govern que no nos hace el caso deseable".

Los otros alcaldes consultados también apuntan a la mancomunación de servicios como la fórmula más idónea para la optimización de recursos. "Ésta es una de las alternativas que pueden ser fácilmente adoptables y ofrecer los mismos resultados que una fusión, por eso deberíamos tender a mancomunar el máximo de servicios posibles.", remarca Coll.