Apartamentos. Los cuatro días de Semana Santa la urbanización ha contado con unos mil jóvenes en busca de ocio y diversión - Gemma Andreu

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La Policía Local de Alaior sigue investigando sobre la agresión a dos de sus agentes por parte de un grupo de jóvenes en la madrugada del jueves en la urbanización de Son Bou.

El Cuerpo policial está sondeando a aquellas personas que pudieron estar presentes durante la reyerta en la zona de bares de la urbanización para poder dar con los responsables de la agresión, que posteriormente se dieron a la fuga. Fruto de las pesquisas, los agentes avanzarán en la investigación para formular la correspondiente denuncia.

Los policías no fueron los únicos que tuvieron que lamentar daños personales. Según ha podido saber este diario, un joven de 21 años tuvo que ser trasladado por la ambulancia del 061 hasta el Hospital Mateu Orfila por un traumatismo ocasionado por causas que aún se desconocen. Los hechos ocurrieron a las nueve de la mañana del viernes, según fuentes del 061.

La urbanización de Son Bou es, desde hace varios años, un punto de encuentro de jóvenes que aprovechan sus días de vacaciones para dar rienda suelta al ocio y a la diversión con importantes dosis de alcohol, sorbos de incivismo e incluso tragos de gamberrismo que año tras año va in crescendo.

Y es que los jóvenes adquieren un apartamento en la urbanización, ya sea alquilado a alguna empresa especializada o, directamente a los propietarios de las viviendas, por unos precios que pueden oscilar entre los 200 y los 300 euros para los cuatro días. No obstante, y conociendo las situaciones que se cuecen en estas fechas, la gran mayoría de propietarios optan por obligar a que dejen en depósito una tarjeta de crédito o una fianza que, puede llegar a los 600 euros.

Según ha podido saber este periódico, los propietarios de algunas zonas están barajando la posibilidad de reunirse con el fin de valorar las consecuencias de estos cuatro días para estudiar si vale la pena arrendar las viviendas a cambio de excesos que en algunos casos han truncado la tranquilidad de turistas ajenos a esta "macrofiesta". No obstante, otros propietarios han destacado la rapidez con la que la urbanización ha vuelto a la normalidad sin que ayer se percibiera ya la suciedad que estos días se había acumulado.

Ante esta situación, y según comenta el concejal de Policía y Personal, Arturo Pons, "de cara a próximos años vamos a plantearlos una mayor coordinación con otras fuerzas de seguridad" para evitar que la situación se convierta en un hervidero de conflictividad. Aunque destaca que la coordinación con la Guardia Civil ya existió este año.

Pons tildaba ayer de "lamentable" las consecuencias de cuatro días de frenesí y descontrol. Aun así, señala que el problema no es estrictamente municipal sino social, de incivismo y falta de buenos modales por parte de los participantes en este encuentro festivo. Muestra de ello es que cada vez la proporción de ciudadanos de Alaior es menor convirtiéndose en una actividad a nivel insular y con un atractivo cada vez mayor para los jóvenes de otros municipios a esta urbanización. "Deberemos estudiar los motivos de la cadena de hechos", valora el concejal. Aun así, y admitiendo que los hechos han rozado la vergüenza, "la situación se ha ido se ha magnificado".

Arturo Pons confirma algunas denuncias puestas por la sustracción de carteras y objetos personales aunque indica no tener constancia de robos en chalets. No obstante, fuentes no oficiales han informado de hurtos en algún apartamento acompañados de destrozos.