Despedida. Jornada de clausura del encuentro vivido en Maó - Javier

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Los escoltas de Menorca han celebrado este fin de semana en Maó su patrón, Sant Jordi, con la concentración de 230 niños y niñas de entre 6 y 18 años -además de los monitores-, pertenecientes a todas las agrupaciones de este movimiento educativo en la Isla.

Aunque la cifra es inferior a la de años atrás - en 2011, coincidiendo con el 40 aniversario de Escoltes de Menorca fueron más de 300 miembros los que celebraron el patrono, y en 2010 se reunieron 340-, el espíritu del escultismo, como forma de educación integral para los jóvenes, siempre en contacto con la naturaleza, la fe y la espiritualidad, sigue más vivo que nunca.

Con más o menos medios económicos "el concepto del escultismo, el de la educación de las personas, sobrevivirá siempre, si hay menos dinero lo haremos de otra manera, pero mientras se haga un trabajo de calidad seguiremos", afirmó ayer una de las 'caps' de grupos, Glòria Mercadal, del Agrupament Escolta Tramuntana.

Mientras, a su alrededor, junto a la iglesia de Sant Gaietà de Llucmaçanes -la pequeña pedanía de Maó-, "llops", "daines", rangers, guías o pioneros se cambiaban de ropa y se preparaban para celebrar, sin importarles la fecha del calendario, su propio Carnaval.

El día anterior los 'escoltes' de todas los municipios de la Isla llegaron a la Estación de Autobuses de Maó e iniciaron su encuentro anual en la Plaça Constitució. Desde allí iniciaron una gincana que les condujo por los lugares más emblemáticos del centro de la ciudad. Después emprendieron la marcha hacia Llucmaçanes, donde plantaron su campamento y continuaron con la celebración.

Y es que los scouts aprovechan el encuentro anual de Sant Jordi para hacer un balance del año, desde el pasado abril al actual, y concentran en dos días actividades, juegos y también fiestas; incluso las campanadas de Nochevieja se repitieron en Llucmaçanes, un poco pasadas por agua, ya que en la noche del sábado al domingo la lluvia deslució la acampada.

El tiempo obligó a realizar la velada en el interior de la iglesia. El sol animó ayer sin embargo el desayuno, a base de torradas con sobrasada, para rememorar la Diada de Sant Antoni, mientras las tiendas de campaña se secaban.

Los feligreses de la parroquia de Sant Gaietà participaron, junto a los miembros de los grupos escoltas, en la Eucaristía, celebrada en la plaza de la iglesia. La misa fue oficiada por el sacerdote Llorenç Salas, consiliario del Agrupament Escolta Tramuntana.