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El Ministerio Fiscal solicita un año y nueve meses de prisión para cada uno de los siete acusados de agredir a dos Policías Nacionales en septiembre de 2009 en el puerto de Maó. Se trata de V.L.J, D.G.M, L.M.S, J.A.G.M, V.T.S, J.G.C y Y.N.S, todos ellos mayores de edad y sin antecedentes penales.

Por las faltas de lesiones, la Fiscalía pide también la pena de dos meses de multa a razón de una cuota diaria de 6 euros para todos los imputados. Además, se reclama a D.G.M que pague una indemnización de 321,20 euros a uno de los agentes heridos (240 euros por los ocho días impeditivos de sus actividades habituales y 81,20 por los desperfectos causados a su móvil) y a V.L.J, L.M.S, J.A.G.M, J.G.C y Y.N.S la indemización conjunta de 300 euros al otro agente (30 euros por cada uno de los diez días no impeditivos para sus actividades laborales.

La vista oral tendrá lugar el próximo martes a las 13 horas en el Juzgado de lo Penal de Maó. Durante la misma, testificarán cinco miembros del Cuerpo Nacional de Policía Nacional y dos Policías Locales de Maó.

Los hechos enjuiciados se remontan al 5 de septiembre de 2009 en torno a las 3.05 horas de la madrugada. Los dos agentes se encontraban realizando una patrulla preventiva en el Moll de Llevant a la altura del aparcamiento de la zona de embarque de Balearia cuando el acusado L.M.S comenzó a hacer gestos de burla a los policías, negándose a ser identificado y manifestando que él mismo era Guardia Civil.

A continuación, se personó el imputado D.G.M, que también se burló de los agentes, y comenzó a golpear a uno de los policías en el pecho y en la zona interna del brazo derecho, rompiéndole como consecuencia el teléfono móvil que portaba.

Por su parte, V.L.J golpeó al otro agente en reiteradas ocasiones. El policía, al verse rodeado y zarandeado por los acusados, fue retrocediendo con la porra en la mano hasta que tropezó y cayó al suelo. En ese momento, fue atacado por los imputados, quienes le propinaron patadas en la cabeza, piernas y tórax, llegando incluso a golpearle con su propia porra.

Según el escrito de la Fiscalía, el agente tuvo que hacer uso de su arma reglamentaria a modo disuasorio ante esta situación, llegando a disparar el arma (un cartucho alivia-muelles que no tiene capacidad para producir fuego) al estar perdiendo la visión por los golpes recibidos y encontrarse a punto de desmayarse.

Como consecuencia de la agresión uno de los agente sufrió contusiones en la órbita izquierda, codo derecho y muñeca izquierda que precisaron de una primera asistencia facultativa sin posterior tratamiento médico.
Por su parte, el otro agente sufrió una herida en el labio superior y una contusión en el brazo derecho y, del mismo modo, fue asistido en el hospital aunque no precisó tratamiento.

Dos de los acusados, V.L.J y D.G.M fueron detenidos el mismo día que tuvo lugar el suceso, mientras que el resto de los imputados no fueron privados de libertad por esta causa.