Venta. Ha caído de forma generalizada durante los últimos años - Gemma Andreu

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La venta de coches no levanta cabeza en la Isla, pero el panorama en la distribución de motocicletas parece sufrir una situación más crítica si cabe. Así lo reflejan los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico. El descenso es generalizado, aunque se acentúa en el caso de los ciclomotores (hasta 49 centímetros cúbicos). Hubo un tiempo en que las vespinos "llegaban en contenedores", rememora Toni Bagur, administrativo de la firma Motos Jerónimo, con sedes comerciales en Maó y Ciutadella. "Antes, los ciclomotores se vendían como churros", añade Pepe Peralta, de Motos Peralta en Ciutadella.

Tendencia a la baja

Es evidente que los tiempos han cambiado, y ahora el descenso del poder adquisitivo propicia que el hecho de regalar una motocicleta a los más jóvenes no esté de moda como antes. En el caso de estos vehículos de pequeña cilindrada, en las buenas épocas se podían matricular hasta treinta unidades al mes, señalan desde Motos Jerónimo. El abril pasado se dieron de alta en Menorca tan solo tres (seis menos que en el mismo periodo de 2011), y para igualar los resultados del mayo pasado habrá que facturar al menos 14 unidades. Parece difícil, al menos según explican desde el sector. En Peralta, empresa con 37 años de historia a sus espaldas, no recuerdan una crisis de semejante envergadura. "Antes podíamos dar salida a cuatro o cinco motos al mes. Ahora, en cuatro meses llevo tres", señala el responsable, y actualmente único trabajador de la empresa, que hace las veces de comercial, mecánico y administrativo.

En el cómputo global, en lo que se refiere a ciclomotores, la matriculación ha caído un 39 por ciento en lo que va de año. Al igual que sucede con el mercado del automóvil, Menorca es la isla de Balears con resultados más pobres. En cilindradas superiores, el descenso en las ventas no es tan notable, pero igualmente se deja notar, explican desde el sector.

Futuro
Por su parte, Juan Picó cerró por jubilación hace un año su taller de venta y reparación de motos en Ciutadella. Reconoce que pese a que durante los últimos años se había notado un descenso, las operaciones se movían todavía en buenos márgenes de rentabilidad. No obstante el negocio está cada vez más en el mantenimiento y la reparación, "aunque la actividad también ha bajado", explica Toni Bagur. En el caso de Peralta, su tabla de salvación pasa por intentar fomentar la venta de ocasión y segunda mano.