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La Casa Real ha informado este martes de la finalización de la partición de los bienes de la herencia del empresario menorquín Juan Ignacio Balada, que legó la mitad de sus bienes a los Príncipes de Asturias y a los nietos de los Reyes, y la otra mitad para la creación de una fundación con fines de interés general.

Desde que el 23 de abril de 2010, los Príncipes, los ocho nietos de Don Juan Carlos y doña Sofía y la Fundación Hesperia aceptaran la herencia, se ha procedido a la división entre los herederos de los bienes inmuebles de Balada, cuyo valor asciende a 1.647,898 euros. En esta línea, los Príncipes de Asturias han donado a la Fundación Hesperia sus derechos hereditarios sobre los bienes inmuebles, tasados en 164.789 euros.

Por su parte, el domicilio de Juan Ignacio Balada en la calle Lleida de Ciutadella se adjudicó a los nietos de los Reyes y el resto a la Fundación Hesperia que, según apunta la nota publicada por La Zarzuela, "tomará las decisiones que crea convenientes atendiendo a los fines sociales que persigue y teniendo presente la especial vinculación que tiene con Menorca",

En cuanto al domicilio del empresario menorquín, se tiene la intención de proceder a su venta más adelante para lo que será necesaria una autorización judicial al tratarse de menores de edad.

Por otro lado, los herederos de Balada disolvieron la sociedad Adalab, resultando un haber repartible en el que le corresponden a la Fundación Hesperia 272.951 euros, a los Príncipes de Asturias 27.295 euros para cada uno (que serán donados también a la fundación) y también 27.295 euros para cada uno de los nietos de los Reyes, que tendrán que decidir una vez alcanzada la mayoría de edad el destino de estos importes.

Del mismo modo, a lo largo de la partición de la herencia se han ido satisfaciendo los impuestos. En particular, el pago más relevante ha sido el Impuesto de Sucesiones, que ha alcanzado la suma de 3.346.132 euros y que se ha ingresado en la Hacienda de la comunidad autónoma de Balears.

FUNDACIÓN HESPERIA

Cabe recordar que la Fundación Hesperia se constituyó en el año 2010 con el fin de financiar y promover proyectos sociales y al apoyo de la juventud. En este sentido, el plan de actuación de la Fundación para el año 2011 se centró en los jóvenes y, en total, se destinaron 270.000 euros a cuatro proyectos.

El primer de ellos, llevado a a cabo en colaboración con la Fundación para Personas con Discapacidad de Menorca, pretendía ayudar a jóvenes con una discapacidad intelectual leve a acceder a un puesto de trabajo. La cuantía de este proyecto ascedió a 45.000 euros, a los que hay que sumar la aportación que hicieron los Príncipes de Asturias por un importe de 95.000 euros.

Por otro lado, se llevó a cabo un proyecto de reinserción en el sistema educativo de jóvenes que hubiesen abandonado sus estudios en colaboración con Caritas España. En concreto, se destinaron 45.000 euros a esta iniciativa, que fue ejecutada por Caritas Malaga con el desarrollo del programa ocupacional "Pre-talle de auxiliar de mecánica de vehículos ligeros".

Asimismo, se desarolló junto a Cruz Roja Española un proyecto que facilitó cuidado y atención educativa a niños en situación de riesgo y exclusión social, cuya cuantía alcanzó los 45.000 euros.

Finalmente, la Fundación Hesperia colaboró en un proyecto de investigación coordinado por la doctora Aurora Pujol sobre la enfermedad neurológica denominada "adrenoleucodistrofia", al que se destinaron 45.000 euros.

PROYECTOS PARA 2012

De cara al año 2012, la cuantía global aprobada por el Patronato de la Fundación Hesperia ha sido de 100.000 euros, habiéndose aprobado tres proyectos por un importe de 25.000 euros cada uno y quedando pendiente concretar otro más. En concreto, se ha procedido a la renovación por un año de la investigación desarrollada por la doctora Aurora Pujol, se llevará a cabo un proyecto con la ONCE para apoyar la comunicación, la interpretación y la transmisión de sensaciones a los niños que padecen ceguera y sordera y se colaborará con el Ayuntamiento de Lorca para la reparación de los daños sufridos como consecuencia del terremoto. en un centro de atención a niños con deficiencias psíquicas y físicas.