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Los presidentes de las asociaciones de directores de centros de Secundaria de Balears (en el caso de Menorca, Rafel Andreu) exponen en un texto común los graves perjuicios que para la enseñanza conllevarán las medidas que está implantado el Govern, especialmente el incremento de las ratios por aula.

Explican que si se aplican las nuevas ratios (30 alumnos por clase en ESO y 36 en Bachillerato, como mínimo) se podrían llegar a reducir en catorce el número de aulas en Menorca. Ante esto, señalan que "llenando más las aulas no será posible de ninguna de las maneras mejorar los resultados y lo más probable es que empeoren, que se deteriore la convivencia en los centros y que dejemos de rentabilizar los esfuerzos de cursos pasados".

Los directores de institutos reconocen que los resultados académicos de los últimos cursos no han sido óptimos, "pero lo que sí hemos hecho es compensar las desigualdades", algo que ahora está en peligro. Los centros, argumentan, dispondrán el próximo curso de menos recursos humanos y materiales, una reducción de las asignaciones económicas del 30 por ciento, mayores ratios, menos autonomía, más horas por docente y la consecuente reducción del tiempo para las tutorías y atender a las familias.

Los directores quieren hacer llegar a la ciudadanía la gravedad de los efectos que tendrán estos recortes en la educación, "los centros somos la llave de vuelta del sistema. Si la administración nos deja en situación de precariedad no saldremos adelante como sociedad. Puede parecer una más de las declaraciones catastrofistas que se oyen actualmente, pero no por esto es menos cierta". Instan a los dirigentes a rectificar en cuanto a las ratios.