Entrevista. Santiago Tadeo, en una de las mesas de reuniones de su despacho, en la sede del Consell - Javier

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Santiago Tadeo tiene la agenda llena. Acaba prácticamente de despedir a la ministra de Fomento, Ana Pastor, tras inaugurarse la variante de Ferreries, se prepara para acudir a la primera Conferencia de Presidentes en Palma y hace un hueco para esta entrevista antes de dirigirse a uno de sus encuentros regulares con los alcaldes.

Tomó el mando de la institución en momentos difíciles, pero apenas hace ya mención a la herencia económica recibida, una cantinela que repiten con frecuencia, quizás demasiada, sus compañeros de partido en el Govern.

Hombre poco estridente, sigue el rumbo que ha trazado para Menorca, la de prepararla para competir en un futuro cuando remita la crisis, sin preocuparle que a menudo su discreción se confunda -para satisfacción de sus detractores-, con una actitud sumisa hacia las directrices de Palma. Sostiene que para reivindicar no hay que buscar polémicas ni grandes titulares

El alcalde de Ciutadella confesaba recientemente que el PP 'le ha dado algún toque' por anteponer los intereses municipales a los partidistas. ¿A usted también le han llamado al orden?

Está claro que, en estos momentos de dificultad, nuestra responsabilidad es hacer las cosas que necesitan los ciudadanos, pero creo que, en base a esa necesidad, hay que saber conjugar la ideología de un partido con dichas necesidades. Y estoy convencido de que eso es lo que pretendemos hacer todos los políticos.

Se dice que sus relaciones con el presidente del Govern, José Ramón Bauzá, no pasan por su mejor momento, que existe cierto distanciamiento. ¿Es cierto?
No, simplemente lo que hay es un presidente reivindicativo en su gestión, y sobre algunos temas, cuando te sientas en una mesa, puede haber tira y aflojas; además es absolutamente necesario. Pero al margen de eso, mi relación con él es cordial, a nivel personal y como presidente del Consell.

Trascendieron sin embargo ciertas, llamémosle maniobras, en el seno del PP, para desbancarle como presidente, que más tarde se negaron oficialmente. ¿Ha decidido ya si se presentará a la reelección en el próximo Congreso Insular?
Yo estoy convencido de que no existen esas maniobras. Tanto el presidente regional como yo, como presidente del partido en Menorca y del Consell, nos debemos a la responsabilidad de tomar decisiones ante las dificultades que hay. Yo estoy para que las cosas mejoren, no para entrar en esos temas, a los que además no doy ninguna importancia. En cuanto a mi reelección, ni siquiera hay fecha para el Congreso insular, es pronto para valorar eso; yo, como siempre, estoy a disposición del partido y será el partido, a nivel de Menorca, el que decidirá lo que crea conveniente.

Menorca defenderá la ponencia económica, que usted mismo coordina, en el Congreso Regional. ¿Cuáles son las líneas estratégicas en esa materia?
La ponencia está marcada de una manera muy clara por la necesidad de corregir las dificultades motivadas por el elevado déficit y el endeudamiento, sin dejar de lado que hay que estimular la economía. La Administración tiene que hacer todo lo posible para que vuelva a haber inversión y consumo, y para crear empleo. Y en eso está centrada esta ponencia, en la defensa de todos los sectores productivos, y pensando especialmente en el motor de nuestra economía, el turismo, y en la mejora del transporte aéreo.

Antes de ganar las elecciones ofreció al PSOE un gran pacto por el turismo, que tuviera vigencia durante dos mandatos. ¿Qué ha quedado de esa oferta?
Estamos trabajando en la elaboración de una hoja de ruta con el sector, y seguro que la consellera de Turismo tiene en cuenta a las otras formaciones. En estos momentos el objetivo es posicionar Menorca de cara al futuro, eso pasa por el turismo y hay que involucrar a toda la sociedad, y además de una manera transversal. Hay otras tres consellerias que tienen mucho que decir al respecto, la de Movilidad, por la conectividad aérea; la de Ordenación del Territorio, por el Plan Insular Territorial (PTI) y la de Medio Ambiente, porque somos un territorio declarado Reserva.

¿Pero se contará con la oposición para diseñar ese modelo?
Sí, también se contará con las otras fuerzas políticas. Sé que vivimos un momento complicado, pero yo creo que el consenso, con estos grandes temas y siempre que sea posible, hay que llevarlo a cabo. Cuando hablamos de posicionar la Menorca del futuro, aquí hay que involucrar a toda la sociedad, en cuestiones vitales como el PTI, la reserva de la biosfera, y el problema del transporte aéreo, que hemos empezado a dar pasos para solucionarlo.

Desde el área de Ordenación se insiste en que no se desprotegerá territorio con la modificación del PTI, entonces ¿por qué se quieren eliminar algunas figuras de protección que incorpora el plan?
El plan se modificará por dos motivos principales, que además contempla el propio plan: que se cumplen diez años de su vigencia y porque las necesidades económicas y sociales así lo exigen. No se pretende ir hacia la desprotección, sino conseguir que Menorca sea económicamente sostenible. Yo creo que cuando esté elaborado el borrador de la Norma Territorial Transitoria, después del verano, todo el mundo verá que no se desprotege, sino que se intenta conjugar el factor humano, con la naturaleza y el crecimiento económico.

Acaban de aprobar un crédito de 3,8 millones de euros para poder pagar a los proveedores y ya tienen otro mazazo económico sobre la mesa, una indemnización a Cesgarden de 16,1 millones de euros más intereses. ¿Qué supone esa sentencia para la institución?
En cuanto al primer tema, la medida adoptada para el pago a proveedores es una de las mejores que ha aprobado el Gobierno central. Es una obligación de las administraciones afrontar el pago de aquello que han contratado, y sólo en Menorca este plan supone poner en circulación 35 millones de euros. Esto es un desahogo para la pymes y un incentivo al crecimiento económico. A partir de aquí, sobre la sentencia de Cesgarden, que es firme y que debemos cumplir antes del 9 de junio, está claro, y así lo dice un informe del interventor, que económicamente no es posible realizar el pago, porque no hay dinero ni presupuestariamente ni a efectos de tesorería.

¿Cómo piensan cumplir la sentencia entonces?
Dejamos la puerta abierta a que pueda hacerse mediante un convenio urbanístico, que sea acorde con lo que es Menorca y que sea aceptado por el juez y por la otra parte. Realmente esta indemnización es una losa que tiene este equipo de gobierno y la sociedad menorquina.

¿El convenio será para permitir la construcción del hotel que el PTI paralizó en Son Bou?
Será para revertir el acuerdo que contempló el plan territorial en 2003. No queda otra, aquí lo importante es cumplir una sentencia que había denegado la suspensión de ejecución de la licencia al proyecto. Hay que mantener la máxima colaboración con la justicia y buscar nuevas vías que den una solución a esta problemática.

Otro argumento del PP para cambiar el Plan Territorial era la atracción de nuevos inversores. ¿Realmente la norma entorpece esos grandes proyectos, o es la coyuntura económica?
En el primer pleno ordinario con el PP en el gobierno se eliminó el Plan Director de Equipamientos Comerciales, y a partir de ahí ya podemos ver grandes establecimientos comerciales que se han instalado en Menorca, con capital de la Isla y también de fuera. Con el PTI va a ocurrir lo mismo, en el momento en el que se elimine la subjetividad del mismo, estoy más que convencido de que vendrán inversiones. En algunos de mis encuentros con empresarios éstos se muestran interesados en poder invertir en la Isla. En estos momentos desde el gobierno estamos sentando las bases de la Menorca del futuro, nos gustaría ir más rápido pero los tiempos nos marcan un año de trabajo para modificar el PTI. A partir de ahí creo que sí se darán facilidades para la inversión con dos objetivos: estimular la economía de Menorca y posicionarla turísticamente, hacerla más competitiva.

Acaba de inaugurarse una de las mayores obras de infraestructura de Menorca, la variante de Ferreries. ¿Reconoce el mérito de sus antecesores en el gobierno?
Claro que sí, y lo hice, en dos ocasiones, en el breve discurso que realicé el mismo día de la inauguración. Creo que no sería sensato, ni honrado ni ético ponerse medallas que a uno no le corresponden. Por eso en el acto estuvieron políticos de otras formaciones que tenían mucho que ver con este proyecto, está muy claro que no es un logro de este mandato.

En su haber sí se puede incluir la futura declaración de Obligación de Servicio Público (OSP) de la ruta aérea entre Menorca y Madrid. Muchos ciudadanos se alegran pero temen el mismo efecto perverso sobre los precios que en los vuelos con Palma. ¿Han hecho ya un cálculo de las posibles tarifas?
En estos momentos se está intentando, lógicamente, que los precios sean lo más bajos posible. Aquí hay que conjugar los intereses de las compañías, los fondos que puede aportar el Estado y qué aerolíneas acuden a la licitación de la OSP. Nosotros estamos luchando para que haya dos vuelos de ida y dos de vuelta diarios a Madrid, al menos coste posible. Sí es un gran logro que, con las dificultades que hay, exista esa sensibilidad en el Gobierno. A la vez estamos trabajando para mejorar la OSP entre islas. Como ya decía, la conectividad es algo vital para Menorca y que afecta a toda su economía.

Hemos vivido, desde la quiebra de Spanair, uno de los inviernos más aislados que recordamos.
Sí, pero ante esta dificultad palpable también hay que recordar que tanto el Gobierno central como el Govern han sido sensibles. El Gobierno se constituyó a finales de diciembre del año pasado, en febrero de 2012 se anunció la declaración de OSP con Madrid y en marzo se celebró la primera reunión. El día 1 de junio se llevará a Consejo de Ministros y, aunque es complicado, la idea es que en octubre pueda estar la OSP en marcha para que, si en temporada baja no hay compañías que quieran operar, pueda aplicarse.

Sin embargo, los pacientes del IB-Salut se han vuelto a quedar en tierra. Las agencias ya no fían billetes sanitarios. ¿Qué está haciendo el Consell para resolver este problema?
Por parte de este presidente, cuando tuve conocimiento de la problemática, le plantee al presidente del Govern, José Ramón Bauzá, que esta situación es inaceptable. Sabemos que hay dificultades pero hay prioridades que cumplir, los ciudadanos de Menorca no podemos ser de segunda. También se le ha planteado el problema a la consellera Carmen Castro y al vicepresidente Josep Ignasi Aguiló, y sé que están haciendo las gestiones oportunas, contactando con representantes de AVIBA de Menorca, para desbloquear la situación, que requiere una solución pronta. Pondré todo mi empeño para que sea así.

Usted afirma que si la relación con Bauzá se tensa, en algún momento, es por su papel reivindicativo. Pero precisamente la oposición le achaca lo contrario, dejar que Menorca pase a un segundo plano frente a los intereses de las otras islas. ¿Qué responde?
Tenemos que ser reivindicativos sí, pero buscando cosas que se puedan hacer.
Pero hay inversiones que se retrasan, mientras se ejecutan otros proyectos en Mallorca.
Aquí también hay proyectos que no se han parado, por ejemplo, se está haciendo una escuela nueva. El logro de la OSP en la ruta aérea con Madrid no se consigue porque un día la ministra o el presidente del Govern se levanten y lo digan, sino porque el presidente del Consell lo ha puesto como prioritario. Tampoco el arrancar un convenio que permita que la desaladora de Ciutadella abastezca a todas las poblaciones de la Isla es porque sí.
Lo que pasa es que hay gente que confunde la reivindicación con el enfrentamiento. Otros proyectos, como el del centro de S'Enclusa, están parado desgraciadamente en el Consell, porque no se hicieron los deberes en su momento. Cierto es que tanto en el transporte como en el problema del agua queda mucho por hacer, pero hay que intentar sacar adelante las cosas que son factibles, porque la situación es complicada.

¿Ha cambiado algo en la oposición desde la marcha del anterior portavoz socialista y expresidente de la institución, Marc Pons?
No, no. Ellos están para eso, lógicamente, para hacer oposición. Yo creo que en la sociedad, en todos los ámbitos, que haya un contrapeso, es muy importante. Así como existen las patronales tienen que existir los sindicatos, y así como existe el gobierno, que tiene que gestionar, debe haber una buena oposición para fiscalizar. Yo sólo les pido el máximo apoyo en estos momentos de dificultades, y que colaboren con la máxima diligencia posible, dentro de su labor de oposición.

Este curso los padres podrán elegir en qué lengua aprenden a escribir y leer sus hijos, catalán o castellano. ¿Era oportuno? ¿No se creará un problema que no existía?
Yo creo que no, era un compromiso que estaba en el proyecto electoral del PP. Lo primero que hay que decir es que no es un ataque al menorquín, al catalán, no va por ahí, sino que, de lo que se trata, es de cumplir el Estatut d'Autonomia. Creo que en cuestión de lenguas hay que evitar todo enfrentamiento y hay que cumplir las leyes que hay, en este caso el Estatut. Si el Govern ha decidido aplicar esta medida, es porque lo ve factible.

Los recortes en el sector público, especialmente en educación y sanidad, han provocado una fuerte contestación en las calles. ¿Cree que el clima social, habitualmente tranquilo en Balears, se está enrareciendo?
Efectivamente. Lo primero que hay que hacer es condenar cualquier acto que se salga de lo estrictamente democrático, y esto debe ser condenado por toda la ciudadanía. A partir de aquí hay que decir que a ningún político le gusta realizar ajustes o recortes en detrimento de los ciudadanos, pero lo que está claro es que la Administración no puede vivir en un déficit permanente. Ese endeudamiento elevado lastra el crecimiento y hay que corregirlo. Si la Administración no puede pagar hay que tomar las medidas oportunas.

La responsabilidad de los políticos es intentar que haya paz social, y que las cosas se hagan, porque no se puede gastar lo que uno no tiene. También es nuestra responsabilidad hacer que la gente nos entienda y que, pese a tener que sufrir los ajustes, los pueda afrontar de la mejor manera posible.