Sa Graduada. El periodo de ejecución de las obras está previsto en doce meses - Archivo

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La Conselleria de Educación del Govern abordará una reforma integral del CP Sa Graduada de Maó para adaptarlo a la normativa vigente actual y dotarlo de mejoras estructurales y de distribución de espacios que redunden en beneficio de la comunidad educativa.

Un informe elaborado por el Institut d'Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (IBISEC) apunta que la adaptación del centro a la normativa es "técnicamente viable" puesto que la superficie construida (2.126 metros cuadrados) es superior a la exigida para un centro de una línea (cuantificada en 1.876 metros cuadrados). No obstante marca la necesidad de subsanar las deficiencias que tiene la infraestructura en materia de barreras arquitectónicas además de incumplir la normativa de contraincendios.

Estos dos incumplimientos obligan a la Conselleria del Ejecutivo autonómico a emprender una reforma integral del centro que los técnicos del IBISEC presupuestan en dos millones de euros y un plazo de ejecución de doce meses.

El delegado de Educación en Menorca, Julián Hernández, apunta que durante este período el edificio será desalojado y los alumnos y profesores se trasladarán al CP Maria Lluïsa Serra. Este cambio de centro no se ha producido aún, a pesar de las peticiones del Claustro de Profesores, puesto que "no lo veo prudente ni recomendable cuando sabemos que las obras no van a empezar este año", señala Hernández. Es más, explica que la Conselleria prevé aprobar la partida de dos millones en los presupuestos de 2013, por lo que las previsiones marcan el inicio de las obras en el curso 2013-2014.

"Si las obras no empiezan y el edificio ha sido desalojado, podría ser objeto de actos vandálicos", advierte Hernández, por lo que pide "paciencia y consideración a los padres y profesores del centro para este curso".

De esta manera, los técnicos del IBISEC plantean una redistribución de los espacios, la supresión de las barreras arquitectónicas, la implantación de un ascensor de doble embarque y la construcción de un tercer núcleo de escaleras para cumplir con la normativa para la protección contraincendios.

Además, la actual entrada al edificio para los grupos de Primaria se convertirá en una dependencia para la Asociación de Padres y Madres y se construirá un nuevo acceso por el lateral. Por otra parte, y según señala Hernández, las instalaciones básicas y acabados en carpintería y pavimento, entre otros, serán mejorados y modernizados.

Por pisos, el proyecto plantea que las tres aulas de infantil situadas en la planta baja sean dotadas de aseos integrados que ofrecerán mayor comodidad, seguridad y control a los escolares. Además, esta planta contemplará cuatro dependencias administrativas destinadas al director, jefe de estudios, secretaría y sala de profesores así como lavabos y el nuevo ascensor.

En el primer desnivel -entre la planta baja y el primer piso- donde actualmente se levanta un anexo con cuatro aulas, también será redistribuido para albergar ascensor y vestuarios por un lado y zona de comedor (cocina y dos salones) por otro, así como una gran biblioteca y una salida de emergencia. Asimismo, dos de las salas del anexo no se modificarán.

Respecto al primer piso, las tres aulas que miran a la calle Josep Maria Quadrado se mantienen intactas aunque se adecua el resto del espacio contemplando, entre otras, una sala de informática, dos aulas más y un par de lavabos además de la nueva escalera de emergencia.

En el segundo piso, Hernández señala que las cinco aulas que daban a la calle Josep Maria Quadrado se reducen a tres para ofrecer el espacio a dos aulas de pequeños grupos mientras que en la parte posterior contemplará tres aulas más, dos baños y otra escalera antiincendios. Además, parte del porche del patio se convertirá en un gimnasio.

Julián Hernández indica que aunque la propuesta es técnicamente viable, el proyecto ha sido entregado al Claustro para que, si lo creen necesario, hagan aquellas aportaciones de mejora que consideren prioritarias.

Y añade que "el objetivo es que sus anotaciones puedan ser satisfechas". Además, el responsable insular de Educación resalta que la decisión de mantener el CP Sa Graduada y descartar la opción de cerrar el edificio para trasladar a los alumnos al CP Maria Lluïsa Serra "satisface por un lado a la reivindicación de un grupo de padres además de contribuir a que las ratios actuales bajen".

663 metros más para el centro

El Ayuntamiento de Maó está en conversaciones con la propiedad de un solar situado detrás del colegio, en concreto, en la calle Duc de Crillon, para que, mediante una expropiación, pueda ser aumentada la superficie del centro. Esta zona, cuya superficie asciende a 273 metros cuadrados se sumaría a otro solar de 390 metros cuadros que es de titularidad municipal.

Es así como la intención de la Conselleria es que estos 663 metros cuadrados se destinen, siempre que el acuerdo fructifique, a zona de patio y a un huerto escolar.