Principal. "Don Giovanni" sedujo no solo a sus habituales mujeres sino también al público que quedó cautivo de tan digna representación - Javier

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Totalmente seducido por la magia de lo que se presentó el viernes en el Teatre Principal. Don Giovanni y su tropa sedujeron por completo al público asistente.

Lo que se produjo en este teatro fue lo que los aficionados a la ópera llamamos una representación de primerísimo nivel con esa magia que no siempre se produce y que cuando lo hace es cuando uno se da cuenta del porqué le gusta la ópera. Y así lo entendió el público afirmando el éxito con sus aplausos.

Tanto el conjunto de cantantes como una producción que realza el aspecto teatral de la pieza,- no en balde recordaba la gran Callas que se trata de "teatro de la ópera" - fueron los responsables de l éxito de la velada. Simón Orfila en forma vocal brillante, no podía escoger mejor momento para incorporar este personaje a su repertorio, la voz oscura de bajo-barítono pero siempre dúctil viene muy bien al conquistador. Mariola Cantarero nos hizo esperar un tanto para entrar de lleno en el personaje pero en "Orsai che l'onore" se produjo el milagro y se mostró esa genial cantante que regala sin medida todos sus recursos que son muchos.

No se puede pedir más para la insistente Donna Elvira, voz de gran volumen, incisiva y siempre segura la de Maite Alberola. José Luis Sola de canto muy elegante para el caballero Don Ottavio y Andrea Concetti con contenida vis cómica en Leporello junto a un noble Commendator interpretado por Luiz-Ottavio Faria. La pareja campesina, que es contrapunto a la pareja noble, son Zerlina y Masetto; para al primera Maria Camps posee la voz del personaje, con gran calidad tímbrica y cualidades de sobra, ideal en todas sus intervenciones y bien secundada por Guido Loconsolo.

La Simfònica de Balears muy lúcida y muy en estilo mozartiano bajo la batuta segura de Alessandro Vitiello estuvo a gran altura. Con lo que se ve hoy en día como producciones operísticas hay que alabar un producción que con toques de modernidad respeta casi al cien por cien el aspecto teatral de la obra y acompaña fielmente a la acción; en ese caso se presenta visualmente como una maqueta de teatro en blanco y negro en la que los coloridos personajes, magnífico el vestuario, nos desvelan sus aventuras.

Mi recomendación sincera es que, incluso si no son grandes aficionados a la ópera, no dejen pasar esta oportunidad de asistir a un gran evento del género y si la vieron el viernes, repitan hoy, a las 20 horas, que seguro lo disfrutan aún más.